La exministra de Salud, Helia Molina, quien asumió este lunes como decana de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago de Chile, se refirió a los cambios que se realizaron al reglamento de la Ley de Aborto; específicamente lo que se relaciona con la objeción de conciencia.

Al respecto, Molina señaló que las modificaciones al instructivo, que flexibilizan las restricciones para que los recintos que rechazan el aborto se abstengan más fácilmente, “lo único que hacen es obstaculizar la atención de las mujeres que necesitan realizarse un aborto por estas tres causales”.

Lo anterior, luego que el Gobierno presentara la semana pasada un nuevo protocolo respecto a la objeción de conciencia que contempla la Ley de Aborto.

Según el nuevo instructivo, las instituciones de salud privadas que reciban recursos públicos del Ministerio de Salud sí podrán negarse a la realización de abortos, contrario a lo estipulado en un comienzo.

“Lo único que hacen con esto es restringir y obstaculizar más la atención de las mujeres que necesitan hacerse un aborto por estas tres causales”, señaló Molina.

“Todo se flexibiliza para un solo lado: no en beneficio de los derechos de la mujer, sino para que los objetores tengan el mínimo de obstáculos y que, ojalá, cada vez hayan más objetores. Al parecer, ese es el espíritu de los cambios”, declaró.

En tanto, insistió en que los cambios podrían provocar un retraso en la atención de las mujeres que quieran realizarse un aborto, debido a los traslados.

“Es impensable que a alguien que atiende una niña de diez u once años embarazada, que puede morir por el embarazo, le cause cargo de conciencia realizarle un aborto”, precisó.

Finalmente, la profesional explicó que la objeción de conciencia no puede entenderse como institucional, ya que son las personas y no las instituciones las que poseen conciencia.

“Todas estas nuevas modificaciones son solo para generar desconcierto y desconfianza hacia la ley”, concluyó.