Indiscutiblemente, uno de los factores que más caldeó los ánimos de partidarios y detractores durante el gobierno de la Unidad Popular, estuvo la prolongada visita a Chile de Fidel Castro, quien recorrió el país durante casi un mes en 1971. Recordemos que desde el derrocamiento del dictador Fulgencio Batista en Cuba en 1959 y el … Continue reading "¡Por la moral, por la razón! ¡Váyanse al Diablo!: el discurso con que Fidel inflamó Chile"

Indiscutiblemente, uno de los factores que más caldeó los ánimos de partidarios y detractores durante el gobierno de la Unidad Popular, estuvo la prolongada visita a Chile de Fidel Castro, quien recorrió el país durante casi un mes en 1971.

Recordemos que desde el derrocamiento del dictador Fulgencio Batista en Cuba en 1959 y el inicio de la revolución, las relaciones de la isla caribeña con nuestro país comenzaron a tensarse de forma creciente, debido a que el entonces presidente chileno, Jorge Alessandri, no veía con buenos ojos el surgimiento de un régimen comunista apoyado por la Unión Soviética.

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Si bien ambas naciones se respetaron fríamente en un inicio, con Chile reconociendo al nuevo gobierno y Cuba apoyando la candidatura de Chile al consejo de seguridad de la ONU al año siguiente, la cuerda se cortó en 1964, cuando Alessandri se plegó a la posición de Estados Unidos que prohibía a los países occidentales tener relaciones diplomáticas con La Habana, cerrando su Embajada.

Las cosas cambiaron en 1970, cuando la elección del socialista Salvador Allende como presidente chileno restableció las relaciones oficiales con Cuba. Para celebrarlo, el dictador cubano en persona decidió viajar hasta nuestro país el 10 de noviembre de 1971 a visitar a su amigo.

Inicialmente, Castro se quedaría sólo diez días en Chile, sin embargo unilateralmente alargó su visita y fueron finalmente 23 los días que pasó en el territorio nacional, viajando desde Iquique hasta Punta Arenas, donde se reunió tanto con dirigentes políticos como con multitudes que lo vitoreaban en estadios y centros públicos.

Entre ellos, probablemente el más recordado fue su discurso de despedida, pronunciado el 2 de diciembre de 1971 en el Estadio Santa Laura de Santiago, donde fustigó la influencia de Estados Unidos, animó a los chilenos a continuar el proceso de estatización de recursos naturales y fue directo en torno a la acción contra quienes se opusieran a las políticas del gobierno de la Unidad Popular:

“¡Con la verdad, con la verdad, con la verdad! ¡Con la razón, con la razón, con la razón! ¡Con la moral, con la moral, con la moral! ¡Váyanse al Diablo!”, exclamó por entonces un enardecido Fidel Castro.

Lee el discurso completo en el sitio web del Gobierno de Cuba.