El presidente de Bolivia, Luis Arce, condenó "energéticamente" los "aberrantes" casos de pederastia por los que fueron denunciados ante la fiscalía tres clérigos de la Compañía de Jesús, todos fallecidos.

“Condeno enérgicamente estos hechos, que no son errores, son conductas aberrantes contra nuestra niñez”, afirmó el mandatario en un mensaje difundido por el canal estatal de televisión.

Arce, quien cumple dos años y medio en el poder, la mitad de su gestión, hizo un balance de su gobierno y aprovechó para referirse a las denuncias que causaron indignación en el país.

El mandatario hizo además un llamado a “todas las instancias llamadas por ley que deben investigar y sancionar severamente los hechos delictivos en contra de nuestra niñez, con todo el peso de la ley”.

Abusos revelados tras reportaje

Bolivia, bajo fuerte influencia católica, fue sacudida desde principios de mes por los informes revelados por el diario español El País sobre abusos cometidos por el sacerdote español Alfonso Pedrajas, contra más de 80 menores.

El religioso, quien falleció de cáncer en Bolivia en 2009 a los 62 años, trabajó en el país sudamericano entre 1971 y meses antes de su deceso.

Pedrajas escribió sus memorias en un computador que quedó en manos de un familiar, quien después de muchos años las entregó al medio español.

La Compañía de Jesús y la Conferencia Episcopal de Bolivia han expresado su pesar por lo ocurrido y han pedido perdón.

El sacerdote y exmáximo responsable de los jesuitas en Bolivia, Osvaldo Chirveches, dijo a periodistas que “son dos casos que nosotros ya habíamos investigado” y que ahora quedan en manos del Ministerio Público.

Denunciados ya están fallecidos

La Agencia de Noticias Fides, que depende de la Compañía de Jesús en La Paz, reveló en su página en Internet que los denunciados son los sacerdotes Luís María Roma y Alejandro Mestre. Roma murió en 2019 y Mestre en 1988.

Fernando Velásquez, abogado de Chirveches, declaró que los dos nuevos casos son “similares al caso Pedrajas que básicamente eran violación o abuso”.

Consultado sobre cuántas víctimas hay en los dos nuevos casos, respondió que “básicamente” son dos, una por cada religioso español.