El cardenal alemán Gherard Ludwig Müller, de 77 años, señaló que “no es el momento de pensar en un sucesor” con el Papa Francisco aún hospitalizado.
En converación con el diario italiano Corriere della Sera, el exprefecto de la Congregación para la doctrina de la Fe dijo que “el Papa está vivo ahora y este es el momento de rezar, no de pensar en quién será su sucesor”.
“Y si hay alguien que piensa en el futuro mientras el Papa está en el hospital, no es bueno, no es bueno en absoluto”, sostuvo.
Müller, conocido por ser uno de los más críticos de Francisco, indicó que “cuando el sucesor de Pedro termina su vida terrena, los cardenales se reúnen, deben hablar entre ellos y discutir sobre el futuro”.
“Ésta es su tarea esencial. Pero anticiparse, mezclarlo todo, preguntarse si el próximo papa será ‘progresista’ o ‘conservador’ es un contratestimonio de nuestra fe”, puntualizó.
Respecto a las especulaciones sobre reuniones de cardenales ante un posible cónclave, el cardenal Müller se mostró al margen. “Yo no me ocupo de eso”, manifestó.
“Soy teólogo y me interesa la espiritualidad cristiana, no el poder. Nosotros, cardenales y obispos, tenemos la tarea de servir al pueblo, de ocuparnos de la salvación de las almas. Si hay alguien que está interesado en juegos de poder, no está dando un testimonio cristiano”, precisó.
“Conozco al Papa Francisco desde hace mucho tiempo, hay un vínculo personal, afectivo. Debemos orar por él, por su sanación, sabiendo que todo está en manos de Dios y no podemos cambiar la situación. Además, en este momento es importante que ante todo nosotros, los cardenales, demos testimonio de nuestra fe”, agregó.
“Sabemos lo que se explica en los partes del Gemelli y por otro lado no somos expertos médicos, tenemos que aceptar lo que está escrito”, dijo, añadiendo: “Estamos preparados para todas las posibilidades”.
El Papa Francisco destituyó en 2017 al cardenal Müller como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, nombrando en aquella oportunidad al español Luis Ladaria Ferrer.
Tal como detalló Deutsche Welle en esa oportunidad, el cardenal Müller, seguidor de la línea dura, se había mostrado contrario a las reformas en la Iglesia católica, específicamente al documento “Amoris Laetitia” del Papa Francisco, que en 2016 sugirió que las personas divorciadas y casadas en segundas nupcias podrían, bajo circunstancias especiales, volver a comulgar.
El pontífice argentino, ingresado desde el pasado 14 de febrero con una neumonía bilateral en el hospital Gemelli de Roma, continúa su tratamiento después de que este domingo se comunicara que sigue en estado crítico.