Estos últimos 12 meses han estado marcados por diferentes movimientos sociales o estallidos que han obligado a varios países a cambiar la forma en que la élite se relaciona con la población o al menos sus programas de gobierno.

Aunque los movimientos difieren entre sí, algunos con peticiones puntuales como el movimiento indígena en Ecuador o los separatistas catalanes en España, otros evolucionaron como ocurrió en Hong Kong o Haití y otros fueron un estallido luego de años de descontento como el caso de Argelia o Chile.

Aunque se han registrado grandes manifestaciones en todo el mundo, hay dos casos que presentan mayores similitudes con lo que se piensa ocurrió en Chile, como son Francia y Ecuador.

Descontentos con la élite y los modelos

El primer estallido social registrado en el último año fueron los “chalecos amarillos” en Francia, un grupo que se convocó a través de redes sociales para protestar contra una serie de medidas del gobierno de Emmanuel Macron que incluía impuesto a los combustibles y en rechazo a la pérdida de poder adquisitivo. Las protestas iniciaron el 16 de noviembre de 2018 y han continuado al menos hasta septiembre de 2019.

En medio, Macron revirtió algunas medidas, principalmente el impuesto al combustible, convocó a cabildos abiertos por todo el país, recibió propuestas de todos los ciudadanos -ninguna vinculante- pero todavía no ha efectuado medidas concretas a largo plazo.

El caso de Ecuador inició en septiembre, cuando el presidente Lenín Moreno en acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), anunció una serie de medidas de ajuste fiscal, particularmente la eliminación del subsidio a los combustibles.

Las medidas generaron una serie de protestas, lideradas por el movimiento indígena, obligando al actuar de los militares y una confrontación que terminó con 8 muertos en poco más de una semana.

En Chile, las protestas iniciaron por un aumento en el precio del metro, pero en un par de días evolucionaron a manifestaciones por la desigualdad, el aumento en el costo de la vida y hasta rechazo a la élite, según asistentes a las movilizaciones.

La experta en política internacional y académica de la Universidad de Chile, Paz Milet, explica que hay diferencias en las manifestaciones, especialmente en cómo se han articulado, mientras que las semejanzas apuntarían al fondo del descontento.

“Hay un descontento con la forma tradicional de hacer política y el segundo elemento gatillador es la alta de algún precio de algún bien que fundamental en el costo de vida”
, explica.

Igualmente sostiene que las diferencias están en cómo se han desarrollado, mientras Ecuador tuvo una cara visible (movimiento indígenas), Francia contra un estado de bienestar que no es capaz de dar respuesta y Chile no hay líderes visibles.

“Sin duda hay elementos que son distintos, en el caso de Francia hay un estado de bien estar que no es capaz de dar respuesta a las demandas de la ciudadanía y en Ecuador está relacionada con el fin de un subsidio, de una forma de hacer política con un Estado súper influyente y está el rol del movimiento indígena, más articulado, en Chile uno ve que hay muchas organizaciones, pero no una cara en las protestas”, argumentó.

AFP
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La protesta como solución

En las tres manifestaciones (Ecuador, Francia y Chile) los gobernantes han retirado la medida que inició las protestas, vinculadas a un aumento en el valor de algún servicio, principalmente transporte.

“Hay un factor de ejemplo, la idea de que a través de una protesta masiva, se puede generar una presión a la institución para generar cambios (…) Ahora, con la proyección de redes sociales se logra una convocatoria mucho más grande”, afirma Milet.

El sociólogo y académico de la Universidad de Santiago, Fernando Estenssoro, destaca que el uso de redes sociales y las facilidades para conocer lo que ocurre en otras partes del mundo, que permite conectar los descontentos.

“Esto va a ser digno de estudios en mucho tiempo, ahora vivimos en un mundo hiperconectado. En Francia, protesta de los Chalecos amarillos contra el modelo neoliberal. En Ecuador, contra las medidas del FMI (…) El modelo neoliberal global, que se experimentó en Chile (…) ese modelo que después con Reagan se lanza como una política global, en lo que se conoció como el consenso de Washington, que se mundializa tras la caída de la Unión Soviética, y se está reflejando que el famoso chorreo es un mito”, sostiene.

Además las manifestaciones en Chile, según los especialistas consultados BioBioChile, también apuntan a un descontento con el modelo económico, lo que da mayor relevancia internacional a las protestas de nuestro país, usado muchas veces como ejemplo de éxito del neoliberalismo.

“Lo que ocurrió en Chile es, en mi opinión, que Chile como neoliberalismo exitoso, la perla mundial del neoliberalismo, el ejemplo voló por los aires y la pregunta es si la élite es capaz de leer lo que ocurrió (…) Lo que está ocurriendo en Chile, está todo el mundo viéndolo, podrían haber esperado esto en cualquier país de América Latina, menos en Chile”, expresa Estenssoro.

Las negociaciones entre las organizaciones indígenas y sociales con el gobierno de Ecuador han continuado, pese al cese de las protestas. Por su parte, los chalecos amarillos anunciaron preparan una gran movilización para el aniversario de su “formación”. ¿Y en Chile?, bueno, la salida aún está por esperar.

Ecuador | AFP
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