Irán permitirá que los inspectores de la ONU operen ciertas cámaras de vigilancia en emplazamientos nucleares iraníes después de la visita a Teherán este domingo del director del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi.

Los términos del acuerdos, que apela al “espíritu de cooperación y confianza mutua”, fueron comunicados en un documento conjunto por parte de las autoridades iraníes y el OIEA.

Grossi se reunió este domingo en Teherán por primera vez con el nuevo jefe de la agencia nuclear iraní, Mohamad Eslami, en un viaje que se produce poco antes de una importante reunión del OIEA la próxima semana.

“Los inspectores del OIEA pueden operar el equipo identificado y reemplazar sus medios de almacenamiento, que se mantendrán bajo los sellos conjuntos del OIEA y la AEOI (La agencia nuclear iraní)”, señala el documento sobre el acuerdo alcanzado.

El OIEA y las autoridades iraníes también indican que las dos partes seguirán manteniendo reuniones para “mejorar la cooperación”.

La visita de Grossi se produce poco después de que el OIEA publicara un informe crítico con las violaciones iraníes de sus obligaciones bajo el acuerdo nuclear de 2015 y en medio de presiones para que se reanuden las negociaciones en Viena para restaurar ese pacto, conocido como JCPOA en sus siglas en inglés.

El OIEA reveló esta semana que Irán sigue violando el acuerdo de 2015, continúa enriqueciendo uranio a niveles cercanos a los necesarios para fabricar bombas atómicas y el trabajo de verificación de los inspectores nucleares resulta cada vez más difícil.

En respuesta, el presidente iraní, Ebrahim Raisí, advirtió el pasado miércoles de que un enfoque “no constructivo” hacia Irán por parte del OIEA podría afectar negativamente a las suspendidas negociaciones nucleares de Viena.

También señaló que el programa atómico iraní es “transparente” y que “la negociación bajo presión y amenazas no es aceptable en absoluto”.

Las negociaciones tratan de lograr que EEUU regrese al pacto nuclear, que abandonó en 2018, y que Irán vuelva a cumplir con todos sus compromisos que empezó a violar un año después en represalia por las sanciones estadounidenses.

El JCPOA establecía limitaciones al programa atómico civil de Irán, con el objetivo de evitar que se fabricaran armas nucleares, mientras que a cambio Teherán obtenía ventajas económicas por el levantamiento de las sanciones internacionales.