Saif el Islam al Gadafi, hijo del fallecido dictador libio y cuyo paradero se desconocía desde hace años, se encuentra en Libia y ha roto su silencio en una entrevista publicada este viernes por The New York Times, en la que alimenta los rumores que apuntan a que aspira a ser el próximo presidente del país.

En lo que el periódico presenta como el primer contacto con un periodista extranjero en una década, Gadafi describe el tiempo que pasó como prisionero tras la caída del régimen en 2011 y ofrece su visión sobre la situación del país, víctima del caos y la guerra civil desde entonces.

“No hay dinero, no hay seguridad. No hay vida aquí”, defiende el segundo hijo de Muamar al Gadafi, de 49 años
y que es reclamado por la Corte Penal Internacional (CPI) por supuestos crímenes contra la humanidad durante la revolución que terminó por derrocar a su padre.

Gadafi fue capturado en la ciudad meridional de Sebha por las milicias de Zintan el 19 de noviembre de 2011, un mes después del asesinato a golpes de su padre en la ciudad central de Sirte, cuando al parecer trataba de huir del país a través de la frontera con Níger y trasladado a Zintan.

En 2017, y tras un juicio en ausencia muy criticado, fue condenado a muerte por un tribunal de Trípoli,
sentencia que no fue reconocida por sus captores, que siempre se negaron a entregarlo tanto a las diferentes autoridades en la capital como al tribunal internacional.

Finalmente, Gadafi fue liberado por las milicias de Zintan ese mismo año y, según revela el Times, continúa residiendo en esa zona, a donde un periodista de este medio se desplazó para hablar con él en persona, y donde los que fueron sus captores ahora son sus “amigos”, según asegura.

En la conversación no confirma los rumores de si se presentará a los comicios previstos para el próximo diciembre,
pero deja claro que se ve como líder de un movimiento capaz de reunificar el país y que está preparando su retorno.

Gadafi defiende que las distintas figuras que en los últimos años han encabezado Libia temen a las elecciones y están en contra de un “Gobierno que tenga legitimidad de parte de la gente”.

Sin embargo, por ahora no parece interesado en lanzarse abiertamente a la escena política: “He estado lejos de los libios durante diez años”, señala, “hay que volver lentamente, como un striptease”.

Doctorado en la London School of Economics en 2008, Seif al Islam se convirtió en esos años en la cara amable del régimen de Al Gadafi y en un posible sucesor bien conectado en el Reino Unido e Italia que trataba de sostener el intento de la reconciliación de su padre con la comunidad internacional.

Una política que mantuvo en los primeros meses del estallido de la revolución libia y la intervención de la OTAN al ofrecer la celebración de elecciones, oferta que fue rechazada por los rebeldes.