La policía religiosa iraní detuvo a 230 jóvenes de ambos sexos en fiestas mixtas donde se bailó y se sirvió alcohol, informaron el sábado varios medios.

Estos arrestos tuvieron lugar en Teherán y en sus alrededores el jueves por la noche, cuando los iraníes celebraban la fiesta tradicional de Yalda, símbolo de la victoria de la luz sobre las tinieblas en el solsticio de invierno.

En total, “140 personas fueron detenidas en una residencia en Lavasan”, una selecta ciudad a unos 30 kilómetros al oeste de Teherán, donde numerosos ricos poseen casas, “mientras estaban bailando y bebiendo alcohol […] y 90 personas en una casa del [distinguido] barrio de Farmanieh en el norte de Teherán”, declaró el coronel Zolfaghar Barfar, jefe de la policía religiosa del Gran Teherán, citado por la prensa.

La policía fue alertada a través de cuentas de la red social de Instagram, donde se difundían videos grabados en estas fiestas y en los que se invitaba a la gente a acudir. La institución, además, afirmó haber incautado droga en las redadas.

Las fiestas donde participan personas de ambos sexos no casadas y el consumo del alcohol está prohibidas en Irán desde la Revolución Islámica de 1979.

Según el Código Penal iraní, las personas detenidas podrían ser castigadas con multas o ser flageladas por el consumo y la posesión de alcohol. Los organizadores de las fiestas podrían ser condenados a penas de cárcel.