Se cumplen 80 años de los Juicios de Nuremberg, procesos donde se juzgó a los principales jerarcas el régimen Nazi en Alemania, una vez que terminó la Segunda Guerra Mundial.
Ante un tribunal formado por jueces de Estados Unidos, Reino Unido, Francia y la Unión Soviética se juzgó a un total de 21 altos funcionarios alemanes, por cargos como crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad, crímenes contra la paz y asociación con el objetivo de librar una guerra de agresión.
El edificio, que hoy acoge el museo Memorium Juicios de Núremberg tras sobrevivir relativamente incólume a los bombardeos que redujeron a escombros la ciudad del sur de Alemania, fue la sede de las 218 vistas de un juicio sin precedentes.
La justicia militar estadounidense desarrollaría después en Núremberg, hasta 1949, otros 12 procesos contra 177 acusados, que ya no tuvieron la envergadura ni la resonancia del colosal juicio principal, cuyo protocolo escrito ocupó 22 tomos, a los que se sumaron otros 20 de pruebas.
En el pequeño museo situado encima de la sala 600, en el que se exhibe, entre otros, un banquillo en el que se sentaron los acusados, se explica a los visitantes aspectos como la proeza técnica que supuso gestionar la interpretación simultánea -que se empleaba por primera vez en la historia a esa escala- con cuatro lenguas distintas y 116 testigos.
En la propia cámara, donde la Audiencia Territorial de Múnich celebró juicios hasta 2020, quedan pocos elementos de su aspecto original, salvo los majestuosos portales de piedra con alegorías mitológicas y la modesta puerta de madera por la que entraban los acusados tras subir por un ascensor especial.
En la década de 1960, la justicia bávara decidió reformar la sala, que preside desde entonces un gigantesco crucifijo de 2,2 metros, con el objetivo deliberado de hacer desaparecer los rastros del pasado del lugar que, según la opinión de entonces, interfería en el funcionamiento de la Audiencia.
El nazismo se tenía por un tema cerrado que era mejor no recordar, aunque aún así acudían curiosos y turistas que querían ver el escenario de los juicios de Nuremberg.
¿Cuales fueron las condenas para los líderes del Nazismo en los Juicios de Nuremberg?
Doce líderes nazis fueron condenados a muerte y, aunque el más conocido, el jefe de la Fuerza Aérea Hermann Göring, se suicidó en vísperas de la ejecución con una cápsula de cianuro, el resto fue colgado el 16 de octubre de 1946 y sus cenizas esparcidas en el río Ísar para evitar los homenajes. Además se dictaron siete penas de prisión y tres absoluciones.
Rudolf Hess, quien fuera el primer secretario privado de Adolf Hitler, recibió la pena de cadena perpétua, la cual cumplió hasta los 93 años.
Asimismo Albert Speer, arquitecto de la Alemania Nazi y, posteriormente, ministro de armamento y guerra, escapó de la pena de muerte y cadena perpétua, aunque fue condenado a 20 años tras las rejas.
Por su lado Joachim von Ribbentrop, ministro de relaciones exteriores de Hitler, fue sentencioado a muerte y se le ahorcó el 6 de octubre de 1946.
Wilhelm Keitel, jefe del Alto Mando de la Wehrmacht, también fue sentenciado a morir en la horca, por crímenes contra la humanidad. Esto se llevó a cabo el 16 de octubre de 1946.