En silencio e inmóvil se mantuvo Nicolás Zepeda durante la lectura de su sentencia en Francia por el homicidio y desaparición de Narumi Kurosaki en Francia, ratificándose los 28 años de cárcel que había recibido en primera instancia.

A las 14:27 (10:27 hora de Chile) de este jueves se abrieron las puertas de la sala en la antesala del veredicto de Vesoul, tras lo cual ingresaron los abogados de ambas partes.

“Todos esperaban una sola cosa: que sonara la campana que anunciara el regreso del jurado“, consignó el citado portal francés L’Est Républicain.

Siete minutos más tarde el jurado tomó asiento mientras le pedían al acusado que se pusiera de pie, a lo que Zepeda obedeció en silencio.

Rápidamente el presidente del tribunal anunció el veredicto: Zepeda era declarado culpable del asesinato de Narumi Kurosaki, siendo condenado a 28 años de cárcel.

La rápidez con que se hizo generó que incluso los padres del chileno llegaran atrasados a oír la sentencia. De hecho, al momento del anuncio estaban ausentes.

Nicolás, en tanto, permaneció sentado e inmóvil. “Una atmósfera extraña flota en la habitación”, consignó L’Est Républicain.

A eso de las 15:08 (11:08 hora de Chile) Zepeda se paró de la silla y se posó detrás de la baranda de su palco.

Su padre, Humberto Zepeda, quien hasta ese momento miraba fijamente la pantalla de su teléfono, se levantó y se acercó a su hijo para consolarlo.

Luego de intercambiar algunas palabras, el hombre le acarició el cabello al chileno. Posteriormente, el joven salió del salón.

Una hora más tarde una fina lluvia se hacía sentir en el tribunal de apelación de Vesoul. En las escaleras de acceso se amontonaban periodistas japoneses, chilenos y franceses.

Luego de entregar un regalo al fiscal Etienne Manteaux para “agradecerle su compromiso en este caso”, Taeko Kurosaki, madre de Narumi, se retiró del lugar discretamente junto a Kurumi y Honami Kurosaki, hermanas de la joven desaparecida.

La familia Kurosaki volará de regreso a Tokio en los próximos días aunque sin la respuesta que tanto ansiaban oír: dónde está el cuerpo de Narumi.