Según los datos del Kremlin, unos 82.000 rusos han sido movilizados hasta el frente ucraniano. Rusia continuará reclutando tropas solo aceptando voluntarios y candidatos para el servicio militar bajo contrato.
Rusia dio hoy por terminada la movilización parcial decretada en septiembre por el Kremlin mientras fortifica Jersón, la única capital regional en sus manos, y espera la visita del OIEA a dos instalaciones nucleares ucranianas para verificar la acusación rusa de que Kiev fabrica una “bomba sucia”.
“El alistamiento de ciudadanos para la movilización concluyó hoy. El objetivo que se marcó, 300.000 hombres, se ha cumplido. No se planean reclutamientos adicionales”, informó el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, al presidente ruso, Vladímir Putin.
Del total de 300.000 reservistas, 82.000 han sido enviados a Ucrania para participar en la “operación militar especial”, explicó Shoigú, al señalar que más de la mitad de ellos ya participa en acciones de combate.
“Quiero agradecerle a todo aquel que se ha alistado en las Fuerzas Armadas. Quiero decir gracias por la lealtad, el patriotismo, por el firme convencimiento de defender a nuestro país, a nuestra Rusia, es decir, su casa, su familia, nuestros ciudadanos, nuestra gente”, respondió Putin.
Jersón: Los rusos no se van
Mientras, en la región de Jersón, en el sur de Ucrania, la tensión crece: las fuerzas ucranianas siguen preparándose para una gran ofensiva mientras los rusos convierten la ciudad en una fortaleza.
En declaraciones a la agencia rusa RIA Nóvosti, la número dos de la administración regional prorrusa, Yekaterina Gubariova, aseveró que “por todas partes se están colocando sacos terrenos en las primeras plantas de los edificios para repeler ataques dentro de la ciudad”, explicó.
El Estado Mayor General de Ucrania destacó en su parte bélico el “fortalecimiento del grupo enemigo” en la margen derecha del río Dniéper “con hasta 1.000 movilizados”.
Añadió que los militares rusos son emplazados en casas de residentes locales que fueron evacuados de la región.
Según la jefa de la Administración militar leal a Kiev, Galina Lugovaya, “en las calles de Jersón se ven más militares rusos que habitantes de la ciudad”.
La inteligencia británica informó hoy de que “es probable que Rusia haya aumentado algunas de sus unidades en el lado derecho del Dniéper con reservistas movilizados”.
Concluye la evacuación de Jersón, pero no las tensiones
El jefe de la anexionada península ucraniana de Crimea, Serguéi Axiónov, informó del fin de la evacuación de civiles de Jersón, al señalar que “todos aquellos que quisieron pudieron abandonar el territorio de manera segura pese a los bombardeos de la Fuerzas Armadas de Ucrania”.
Por contra, el Estado General Mayor de Ucrania sostuvo que “continúa” la evacuación en Jersón.
Sin embargo, la presión se mantiene: el mando ucraniano afirmó que Rusia continúa “bombardeando las posiciones” ucranianas “a lo largo de la línea de contacto”, en particular, en la margen izquierda del río Dniéper.
Las tropas rusas lanzaron quince ataques aéreos y un ataque con misiles en las últimas horas que afectaron a las poblaciones de Biloghirka, Nova Kamianka y Novohredneve en la región de Jersón, así como a localidades de Zaporiyia y Donetsk, indicó.
El líder checheno, Ramzán Kadírov, reconoció a su vez la muerte de 23 soldados de la república de Chechenia en Jersón a consecuencia de un bombardeo ucraniano.
Kadírov afirmó que para todo musulmán verdadero “es un honor y una gran alegría morir en una guerra santa”.
“Todos soñamos con morir en el camino de Alá”, sostuvo, y prometió “destruir sin piedad” a las tropas ucranianas.
Detectar desvíos de material nuclear
En tanto el director general del OIEA, Rafael Grossi, anunció que los inspectores del organismo “llevarán a cabo una verificación independiente” en las instalaciones nucleares en las que presuntamente Ucrania fabricaría la “bomba sucia”, según Moscú.
La visita, que se llevará a cabo “en los próximos días”, buscará “detectar cualquier desvío de material nuclear, cualquier producción o procesamiento no declarado de material nuclear en los dos lugares y garantizar que no haya materiales ni actividades nucleares no declarados”.
Según la agencia Ukrinform, los expertos del OIEA visitarán el Instituto de Investigaciones Nucleares de Kiev y una planta procesadora de minería de la región de Dnipropetrovsk.
La víspera, Vladímir Putin pidió que el OIEA visite cuanto antes las instalaciones nucleares ucranianas, ya que “Kiev hace todo lo posible para borrar los rastros”.
Ante las denuncias ucranianas sobre una construcción ilegal en la central nuclear de Zaporiyia, periódicamente afectada por bombardeos de los que se culpan mutuamente Rusia y Ucrania, Grossi aseguró estar al tanto del trabajo llevado a cabo “para mejorar el sistema de protección física del combustible nuclear almacenado en seco”.
Los expertos del OIEA no visitarán Zaporiyia, donde ya hay observadores, pero sí en los próximos días las centrales nucleares Sur, en Mykolaiv; Chernóbil, en la región de Kiev; y Jmelnitski, en el centro del país, indicó Grossi.