Se cumple una semana desde que se detectó la fuga de gas natural desde el gaseoducto europeo, Nord Stream 1 y 2. Si bien, aún no se sabe cuáles son las posibles consecuencias medioambientales, según información de especialistas, la liberación de metano en la atmosfera podría acrecentar de modo importante el efecto invernadero y acentuar el cambio climático.

El mundo mira con preocupación la reciente fuga de gas natural del gaseoducto Nord Stream 1 y 2, que une -bajo el mar- a Rusia y Alemania. Sin embargo, la inquietud va más allá de las posibles consecuencias económicas, sino también, de la afectación que puede tener esto dentro del medio ambiente a largo plazo.

Las imágenes muestran la superficie del océano hirviendo, mientras el gas continúa saliendo de las tuberías a 80-110 metros bajo el nivel del mar. Esto, podría elevar de manera considerable el metano en el aire y acrecentar el efecto invernadero.

Fuga de gas natural del gaseoducto Nord Stream 1 y 2

El pasado 26 de septiembre, se informó de importantes fugas de gas natural en Nord Stream 1 y 2, gasoductos construidos en el mar y que transportan el producto entre Rusia y Alemania.

ʺSegún la información de que disponemos, las fugas en el gasoducto Nord Stream no suponen ninguna amenaza grave para el medio ambiente marino del mar Bálticoʺ, dijo un portavoz del Ministerio de Medio Ambiente alemán.

Según los expertos, sin embargo, el impacto climático a largo plazo de las emisiones será considerable.

“El efecto más directo de estas fugas de gas en el clima es la dosis adicional de metano que se lanza a la atmósfera, un potente gas de efecto invernaderoʺ, declaró Dave Reay, director ejecutivo del Instituto de Cambio Climático de la Universidad de Edimburgo.

ʺSin embargo, se trata de una pequeña burbuja en el océano, comparada con las enormes cantidades de metano que se emiten a diario, en todo el mundo, a causa de actividades como la extracción de petróleo, la minería de carbón y la fracturación hidráulicaʺ, añadió.

No obstante, todavía se desconoce la magnitud de las fugas de gas del Nord Stream.

¿Cómo afecta esto al medioambiente y al efecto invernadero?

El metano es el principal componente del gas natural y es mucho más dañino que el dióxido de carbono, el mayor responsable del cambio climático. La única razón por la que el metano no es el mayor factor que contribuye al calentamiento global, es porque existe en menor cantidad que el CO2.

Las investigaciones han descubierto, además, que las emisiones de metano son 80 veces peores que las de dióxido de carbono en una escala de 20 años y ya son responsables de aproximadamente el 30% del calentamiento global.

Los gases de efecto invernadero, como el metano, actúan como una manta que aísla a la Tierra. Absorben la energía y reducen la velocidad con la que el calor abandona el planeta, lo que se conoce como efecto invernadero.

Durante siglos, el efecto invernadero se ha producido de forma orgánica debido a la liberación natural de metano y dióxido de carbono, por parte de plantas, animales y zonas húmedas.

Pero, la actividad humana de los últimos 150 años ha provocado un enorme aumento de las emisiones artificiales de gases de efecto invernadero, lo que ha hecho que la temperatura global se dispare a un ritmo alarmante.