Con esto, Noruega se convierte en el último país comunitario limítrofe que opta por vetar la entrada a los turistas rusos. ¿La razón? El llamado a 300 mil reservistas para la invasión de Ucrania, medida impopular y que ha causado una gran salida de personas buscando evitar entrar al conflicto.

El Gobierno de Noruega anunció este viernes que reforzará la vigilancia en su frontera con Rusia.

Al mismo tiempo, la administración advirtió que podría aplicar de forma rápida un cierre total para turistas rusos, como comunicó Finlandia ayer, si fuese necesario.

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Oslo considera que la movilización militar parcial decretada por Moscú para la invasión en Ucrania y la creación de una posible red de salida para ciudadanos rusos aumenta el riesgo de cruce ilegal a Noruega fuera del paso fronterizo de Storskog, por lo que ha decidido enviar un helicóptero equipado con sensores para patrullar la zona.

“Cerraremos la frontera enseguida si fuese necesario, los cambios pueden producirse con breve aviso”, señaló en un comunicado la ministra de Justicia, Emilie Enger Mehl.

Mehl resaltó, no obstante, que la situación en Noruega es diferente a la de Finlandia y que, en comparación con el país vecino, se han producido pocas llegadas de ciudadanos rusos en los últimos días.

Según datos de la Guardia de Fronteras finlandesa, 55.362 rusos han entrado en ese país desde que el presidente Vladímir Putin anunció la movilización de 300 mil reservistas para luchar en Ucrania hace nueve días.

Cifras de cruces de Rusia a Noruega

En Noruega, que ya restringió en mayo los visados a turistas rusos y tiene 198 kilómetros de frontera con Rusia frente a los 1.340 de Finlandia, cruzaron ayer el paso de Storskog 162 personas, y la media diaria esta semana apenas supera los 200.

El Gobierno finlandés aprobó ayer el “cierre completo” de sus fronteras a los turistas rusos, aunque tengan visado expedido en un país del espacio Schengen, alegando que su llegada puede causar “un grave perjuicio para la posición internacional de Finlandia”.

La medida, anunciada hace una semana, entrará en vigor esta medianoche y persigue restringir significativamente el flujo de ciudadanos rusos que entran en el país nórdico, muchos de los cuales continúan viaje hacia otros destinos de la Unión Europea (UE).

Finlandia se convierte así en el último país comunitario limítrofe que opta por vetar la entrada a los turistas rusos, después que hicieran lo mismo las tres repúblicas bálticas (Estonia, Letonia y Lituania) y Polonia hace dos semanas.