Siete meses después de la invasión rusa a Ucrania, la reparación de armas occidentales gastadas se está volviendo cada vez más importante. Un taller con ese fin se construirá en la frontera entre Polonia y Ucrania.

Los viajeros que pasan por el aeropuerto polaco de Rszeszow, en el sureste de Polonia, apenas se dan cuenta que aquí se creó el centro más importante para la ayuda militar a Ucrania. Lejos del edificio del aeropuerto civil, los 50 estados que apoyan a Ucrania han establecido un campamento militar bajo el liderazgo de EE.UU.

Detrás de la valla del aeropuerto, la OTAN también construyó una imponente línea de defensa para proteger el perímetro oriental de la alianza con los sistemas antiaéreos Patriot.

La parte militar del pequeño aeropuerto regional polaco es ahora el “Fort Knox” de apoyo a Ucrania. Estados Unidos y Gran Bretaña ya habían comenzado a transportar armas antitanque ligeras para el ejército ucraniano aquí antes de la invasión de Putin.

Transporte militar

Sobre el terreno, la actualización logística no puede pasarse por alto.

Los transportes militares se ven constantemente en las carreteras de la región, pero exactamente cómo llega al frente la ayuda occidental para el ejército ucraniano es uno de los secretos mejor guardados de esta guerra.

La ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, confirmó indirectamente que la región polaca en la frontera exterior de la OTAN se ha convertido en el eje central de la ayuda.

A mediados de septiembre, después de un viaje a Kiev, anunció en una entrevista que se establecería un “centro de mantenimiento en la frontera entre Polonia y Ucrania”.

Desgaste del Panzerhaubitze 2000

El general de la Bundeswehr, Christian Freuding, estuvo en Kiev a principios de septiembre para mantener conversaciones con el ejército ucraniano.

El jefe del “Estado Mayor Especial de Ucrania” en el Ministerio de Defensa alemán informó sobre el desgaste del Panzerhaubitze 2000 (una pieza de artillería blindada y autopropulsada), que Alemania entregó a Ucrania.

“Ha estado en acción desde mayo. Y ahora, por supuesto, tiene limitaciones operativas”, explicó Freuding.

En estas semanas previas a la llegada del invierno, hay mucho que hacer en materia de reparación de las armas occidentales desgastadas después de la exitosa contraofensiva de los ucranianos en el noreste de su país.

Arsenal de piezas de repuesto

“Se debe fortalecer la logística”, señala el experto en seguridad Wolfgang Richter, de la Fundación Ciencoa y Política (SWP), que asesora al gobierno alemán en Berlín.

“Y eso es exactamente lo que está sucediendo ahora”, dice, apuntando a la discusión sobre la entrega de tanques Leopard 2 por parte de Alemania.

La guerra intensa desgasta las armas. “Las piezas de repuesto para los diferentes tipos de sistemas de armas occidentales deben mantenerse lo más cerca de la frontera con Ucrania”, cuenta Richter a Deutsche Welle.

“Y, en segundo lugar, se necesita personal capacitado que pueda reparar los sistemas de armas occidentales”. Es una tarea difícil porque el equipo de guerra de muchos países requiere “repuestos completamente diferentes y en grandes cantidades”.

Futuro incierto

Mirando hacia los próximos meses de guerra, Michael Kofman, director del programa de investigación de Estudios Rusos en el Centro de Análisis Naval de la Marina de EE.UU., dice que la guerra en Ucrania será de “desgaste y recuperación”.

Aunque Ucrania tiene buenas posibilidades de poder liberar gradualmente más áreas tras el gran éxito de finales del verano, Kofman no se atreve a predecir cuánto durará la guerra. Y así, la región alrededor de Rszeszow probablemente tendrá que adaptarse a la gran cantidad de equipo militar en sus carreteras durante mucho tiempo.