El objetivo del organismo es "garantizar la naturaleza ética de las inversiones inmobiliarias del Vaticano de acuerdo a la doctrina social de la iglesia y, al mismo tiempo, su rentabilidad, corrección y riesgos". La instancia existe en el artículo 227 de la Constitución Apostólica del papa Francisco, la Praedicate Evangelium, aprobada en marzo y que entró en vigor el domingo.

El domingo entró en vigor en el Vaticano el Comité para las Inversiones, organismo creado por el papa Francisco para supervisar la corrección de los gastos inmobiliarios de la Santa Sede.

El Vaticano informó este martes que el pontífice ya nombró a sus integrantes: el cardenal irlandés Kevin Joseph Farrell, actual prefecto del Dicasterio para los Laicos, Familia y Vida, será del presidente.

El resto de miembros son el británico Jean Pierre Casey, fundador y director general de la consultora RegHedge; el alemán Giovanni Christian Michael Gay, director de la gestoría de inversiones GmbH; y el noruego David Harris, directivo de la mutua Skagen Funds.

Por su parte el estadounidense John J. Zona será el responsable de inversiones de la Universidad privada Boston College.

Comité está en la nueva Constitución del Vaticano

El denominado Comité para las Inversiones está contemplado en el artículo 227 de la Constitución Apostólica del papa Francisco, la Praedicate Evangelium, aprobada en marzo y que entró en vigor el domingo, fiesta de Pentecostés.

El objetivo de este nuevo organismo es “garantizar la naturaleza ética de las inversiones inmobiliarias de la Santa Sede de acuerdo a la doctrina social de la iglesia y, al mismo tiempo, su rentabilidad, corrección y riesgos”.

La Constitución ordena que el comité esté compuesto por profesionales “de alto perfil” nombrados directamente por el pontífice y por mandatos de cinco años de duración.

Precisamente el Vaticano juzga en este momento a nueve personas por una serie de presuntas irregularidades financieras en la gestión de los fondos de la Secretaría de Estado.

En concreto, se trata de la compraventa de un lujoso edificio en Londres que acabó en estafa y un agujero contable.

Entre los imputados está el cardenal Angelo Becciu, entre 2011 y 2018 número dos de la Secretaría de Estado y al que, al destaparse el escándalo, Francisco retiró todos sus derechos cardenalicios y apartó del cargo de prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.