El martes, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski le propuso a su homólogo ruso Vladimir Putin celebrar una reunión para evitar “una guerra” entre ambos países.

Rusia concentró en las últimas semanas decenas de miles de soldados en su frontera con Ucrania, lo que hace temer una eventual operación militar rusa.

“¡Señor Putin! Estoy preparado (…) para proponerle que nos reunamos en cualquier lugar del Donbás ucraniano donde la guerra continúa”, dijo Zelenski en un discurso a la nación.

“El presidente ruso dijo un día: ‘Si una pelea es inevitable, debo atacar el primero’. Pero en mi opinión, cada líder debe entender que una pelea no puede ser inevitable cuando se trata (…) de una verdadera guerra y de millones de vidas” en juego, añadió.

Zelenski también destacó que no es “demasiado tarde” para evitar pérdidas humanas.

“¿Ucrania quiere una guerra? No. ¿Y está preparada para ella? Sí (…). No tenemos miedo, ya que tenemos un ejército increíble”, afirmó el jefe de Estado ucraniano.

Antes del discurso de Zelenski, Ucrania destacó que hubo “progresos significativos” en las negociaciones del lunes y el martes para reanudar el alto el fuego en el este del país.

Sin embargo, según el presidente ucraniano, Moscú se opuso a apoyar una declaración conjunta.

Tras una tregua respetada durante la segunda mitad de 2020 volvieron las hostilidades desde principios de este año entre el ejército ucraniano y las fuerzas separatistas del Donbás, que cuentan con el apoyo económico y militar de Rusia, aunque esta última lo niega.

Zelenski ya había dicho en varias ocasiones que propuso reunirse con Putin desde finales de marzo, pero el Kremlin aseguró que no había recibido tal petición.

Kiev también pidió el viernes la celebración de una cumbre entre Ucrania, Rusia, Francia y Alemania.

“Tenemos miedo”

La escalada de hostilidades en el este de Ucrania acentuó las tensiones entre Kiev y Moscú, que desplegó decenas de miles de soldados en la frontera.

Según la Unión Europea, la OTAN y Washington, se trata de un despliegue militar “sin precedentes” en el que están involucrados hasta 100 mil soldados rusos, advirtieron las autoridades europeas.

Los civiles que viven cerca de la línea del frente no esconden su temor ante una reanudación masiva de los combates y muchos de ellos abandonan la zona.

“Esta mañana volvieron a haber disparos muy intensos”, lamentó Iulia Ievtchenko en declaraciones a la AFP.

Esta madre de cuatro hijos reside en la pequeña localidad de Krasnogorivka, protegida por el ejército ucraniano, y su departamento se encuentra en un edificio muy dañado por los bombardeos.

“Hubo una tregua, pero ahora volvemos a estar en guerra”, explicó esta mujer, de 27 años, que llevaba en brazos uno de sus hijos, de un año y medio.

“Veo cómo disparan todos esos tanques y blindados rusos. Tenemos miedo” y “no tenemos dónde ir”, afirmó resignada.

Ucrania acusa a Rusia de buscar un pretexto para invadir su territorio, mientras que Moscú defiende que acudirá en ayuda de los ciudadanos de la zona en conflicto, donde distribuyó centenares de miles de pasaportes rusos.

La guerra en el este de Ucrania provocó más de 13 mil muertos desde su estallido en 2014, cuyo inicio coincidió prácticamente con la anexión rusa de la península de Crimea.