La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) se encuentra estudiando casos inusuales de coágulos sanguíneos que potencialmente podrían estar vinculados con la vacuna anticovid de Janssen, filial de la farmacéutica estadounidense Johnson & Johnson.

A la fecha se han reportado cuatro casos de trombos en inoculados con el preparado de Janssen, uno de ellos mortal, por lo que la agencia dijo que su comité de seguridad “ha iniciado la revisión de una señal de seguridad para evaluar los informes de eventos tromboembólicos” con personas que habían recibido la vacuna.

Así, se suma a la fórmula de AstraZeneca, que también está siendo investigada por potenciales efectos secundarios severos en un porcentaje menor de las inoculaciones.

Cabe destacar que ninguna de estas dos vacunas están siendo utilizadas actualmente en Chile.

En Europa, el comité de fármacos humanos (CHMP) tiene abierto un proceso de análisis en tiempo real de la vacuna estadounidense Novavax desde el pasado 3 de febrero; la alemana CureVac desde el 12 de febrero, y la rusa Sputnik V desde el 4 de marzo, pero ninguna tiene un calendario fijado para dar el paso de solicitar una licencia condicional de uso en la UE, como la otorgada a Pfizer/BioNtech, Moderna, AstraZeneca y Janssen.

La EMA analiza datos sobre cuatro casos graves de coagulación sanguínea inusual con bajas plaquetas en pacientes que habían recibido previamente esta última vacuna, uno de ellos durante el ensayo clínico y tres durante el uso de Janssen en Estados Unidos, de los cuales, uno resultó en la muerte de la persona vacunada.

“Estos informes apuntan a una señal de seguridad, pero actualmente no está claro si existe una asociación causal entre la vacunación con la vacuna de Janssen y estas afecciones.

Se espera que las primeras inyecciones de esta vacuna monodosis lleguen a los países europeos a partir del 19 de abril, según anunció la propia farmacéutica, que debe entregar 55 millones de unidades en el segundo trimestre de este año. De momento, sólo se está utilizando en Estados Unidos con una autorización de emergencia.

El pasado miércoles, la EMA concluyó una investigación afirmando que hay un “posible vínculo” entre AstraZeneca y decenas de casos de coagulación sanguínea detectados en las dos semanas posteriores a la inyección, por lo que decidió incluir este cuadro clínico entre los efectos secundarios muy raros de esta vacuna, autorizada en la UE el 29 de enero.

Sin embargo, y aunque varios Estados europeos estén ahora limitando a nivel nacional su uso solo en personas de más de 60 años, la EMA no identificó un factor de riesgo como la edad, el sexo o un historial clínico específico, para explicar los tromboembolismos reportados, y recomendó mantener su uso porque sus beneficios superan el riesgo de efecto secundario.

El presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, dijo hoy que Portugal, que ejerce la presidencia de turno de la UE, está teniendo “mucha paciencia” sobre las divergencias que han mostrado los países miembros sobre la vacunación con AstraZeneca y lamentó su imposibilidad de alcanzar una posición común a los 27 sobre la campaña de vacunación.

Mientras Novavax y Curevac no han dado sobresaltos de momento, la vacuna de Sputnik V está rodeada de polémicas. La EMA llevará a cabo “una inspección de buenas prácticas clínicas” en Rusia sobre la forma en la que se realizaron los ensayos en los voluntarios para determinar si se siguieron los procedimientos adecuados a nivel científico y ético.

Moscú ha indicado que militares y empleados del Estado han participado en los ensayos de la vacuna, desarrollada en un laboratorio estatal y financiada por el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF, en inglés), un fondo soberano del Kremlin, que señaló que no hubo presión sobre las personas que tomaron parte en los ensayos.

Además, según recoge hoy el diario digital EUobserver, cuatro personas murieron en Rusia (por problemas relacionados con el corazón, los pulmones o azúcar en la sangre) y otras seis desarrollaron complicaciones médicas en los días posteriores a recibir Sputnik V, aunque no está claro que estos casos tuvieran relación directa con la vacunación.

A pesar de que aún no ha recibido el respaldo de los científicos europeos, ni se haya firmado un contrato de compra centralizada con Bruselas, Berlín y el Fondo de Inversión Directa Ruso (FIDR) han abierto negociaciones bilaterales para la futura adquisición por Alemania de dosis de Sputnik V, cuando esta obtenga el visto bueno de la EMA.