Los gobiernos de Italia, Francia, Alemania y España anunciaron este lunes que suspenderían el uso de la vacuna de la Universidad de Oxford y AstraZeneca, sumándose a varios países europeos que han tomado la misma medida por precaución, pese a las recomendaciones de la OMS y la UE de no interrumpir la campaña con este insumo.

Una docena de países ha suspendido el uso de esta vacuna tras señalarse “posibles” efectos secundarios.

En Italia, la decisión se toma después de que la semana pasada la Agencia Italiana de Medicamentos (AIFA) suspendiera la inoculación de un lote de esta vacuna, tras la muerte de un militar y un policía en Sicilia (sur), que la Justicia italiana está investigando.

En Alemania, el Instituto Médico Paul-Ehrlich, que aconseja al gobierno, “considera que (son) necesarios más exámenes”, tras casos de formación de coágulos sanguíneos en personas vacunadas en Europa, precisó un portavoz del Ministerio.

Macron, por su parte, aclaró que la decisión será efectiva “hasta mañana por la tarde”, y que ha sido tomada por recomendación y en vínculo con las autoridades sanitarias francesas.

Desde España, su ministra de Sanidad, Carolina Darias, indicó que “hemos decidido la suspensión cautelar, temporalmente, al menos durante las dos próximas semanas” hasta que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) se pronuncie sobre los temores vinculados a posibles casos de trombosis.

La noticia llega también luego que Noruega anunciara la muerte de una profesional sanitaria de menos de 50 años a causa de una hemorragia cerebral y que había recibido una inyección de la vacuna anticovid de AstraZeneca, aunque no se comprobó que ambos hechos guarden relación.

Es el segundo caso de este tipo reportado en unos días en el país nórdico, que también suspendió “por precaución” la vacuna desarrollada por el laboratorio anglo-sueco.