Un eritreo con problemas psiquiátricos pidió perdón el miércoles ante un tribunal alemán que lo juzga acusado de haber matado a un niño al arrojarlo bajo un tren en marcha, un caso que provocó una gran conmoción.

“Lo siento mucho, en especial por la familia”, aseguró Habte Araya, en una declaración leída por su abogado en la apertura del juicio en un tribunal de Fráncfort, donde comparece por homicidio, dos tentativas de homicidio y heridas graves.

La acusación solicitó el internamiento duradero en un psiquiátrico de este hombre de 41 años, que vivía desde hacía 14 años en Suiza, con el argumento de que existe un gran probabilidad de reincidencia.

La justicia deberá decidir si el hombre era penalmente responsable de sus actos en el momento del suceso.

En julio del año pasado, empujó a la vía de un tren a Leo, de 8 años, y su madre, de 40, cuando la locomotora entraba en la estación de Fráncfort. El niño murió en el acto, pero su madre logró salvarse in extremis. Herida y en estado de shock, fue trasladada al hospital.

Habte Araya también intentó empujar a la vía a una tercera persona, de 78 años, pero esta logró impedírselo y se constituyó como parte civil en el proceso, al igual que la familia del niño.

Un mes después de los hechos, el hombre, que era buscado por la policía suiza por unas agresiones ocurridas cuatro días antes en aquel país, fue internado en un hospital psiquiátrico. La fiscalía estima que padece “esquizofrenia paranoide”.

Este caso creó una gran conmoción en Alemania. En unos días, se recaudaron más de 100.000 euros de donativos para la familia del niño.

La extrema derecha en Alemania aprovechó además el suceso para denunciar una vez más la política migratoria, en su opinión demasiado permisiva, del gobierno de Angela Merkel.