El Partido Laborista anunció que estaba de acuerdo en celebrar elecciones legislativas anticipadas en diciembre en el Reino Unido, tal cual como lo pedía el primer ministro británico, Boris Johnson, para sacar al Reino Unido de la parálisis del Brexit.
Después de que Bruselas aprobara el tercer aplazamiento de la salida del Reino Unido del bloque comunitario, el primer ministro (conservador) se lanzó a un nuevo intento de llevar a los británicos a las urnas. Con los comicios, espera obtener una mayoría absoluta que le permita cumplir con su promesa: llevar a cabo el Brexit, por el que votó un 52% de los británicos en un referéndum organizado en junio de 2016.
Los diputados deben pronunciarse este martes sobre lo que serían las segundas elecciones anticipadas en dos años, con el objetivo de sacar al Reino Unido de la profunda crisis política en la que está sumido. Los laboristas, que hasta la fecha se habían mostrado reacios, acabaron por hacerse a la idea.
“Nuestra condición de descartar una salida sin acuerdo está contemplada ahora” con la postergación de la fecha del Brexit acordada por la Unión Europea, declaró el jefe de los Laboristas, Jeremy Corbyn, ante miembros de su partido. El líder político prometió llevar a cabo “la campaña electoral más ambiciosa y radical para un cambio verdadero” en el país.
El lunes, en cambio, la Cámara de los Comunes rechazó el texto del gobierno para convocar elecciones el 12 de diciembre, cuya aprobación requería de una mayoría de dos tercios.
Pero, decidido a poner fin a esta “parálisis”, el jefe del gobierno organizó una nueva votación este martes en el Parlamento. Sacando partido de las sutilidades del sistema electoral británico, se servirá de un procedimiento que solo requeriría de una mayoría simple pero que abre la puerta a una batalla de enmiendas sobre las modalidades de las elecciones.
Además del procedimiento, lo que cambió en 24 horas es que la oposición obtuvo garantías de que no habría Brexit antes de las elecciones. La moción que los diputados rechazaron el lunes daba tiempo al Parlamento para votar, en los próximos días, el acuerdo de salida de la UE negociado por Boris Johnson con Bruselas.
En virtud de las características del aplazamiento concedido por Bruselas, el Reino Unido habría abandonado la UE de forma automática el 1 de diciembre, antes de las legislativas, si los diputados hubieran ratificado el pacto noviembre.
Algo impensable para los que se oponen a este acuerdo. Ahora, después de que los conservadores aseguraran que el acuerdo de divorcio no sería sometido a debate, varios partidos de la oposición se declararon dispuestos a apoyar la celebración de unas elecciones anticipadas.
Pese a que la fecha precisa de esos comicios es fuente de discordia, el diputado liberal-demócrata (eurófilo) Chuka Umunna dejó entrever en la BBC que quizá se podría hallar un acuerdo. “Veremos qué más proponen. Hay que salir del estancamiento”.