Un alto representante británico en la ONU declaró en una carta al Consejo de Seguridad que la captura de un petrolero británico por Irán el viernes era “una interferencia ilegal” y rechazó la versión de Teherán sobre lo ocurrido con el barco.

Las autoridades iraníes retuvieron el Stena Impero con 23 tripulantes a bordo, después de que una patrulla de la Guardia Revolucionaria Iraní lo capturara en el estrecho de Ormuz.

Las autoridades iraníes afirman que el petrolero apagó su transpondedor tras chocar con un barco pesquero iraní y fue detenido por no responder a las llamadas de emergencia de la embarcación afectada.

Pero en un carta fechada el sábado, el encargado de negocios británico Jonathan Allen rechazó esa versión de los hechos.

En la misiva enviada al presidente del Consejo de Seguridad, Gustavo Meza-Cuadra, Allen afirmó que el transpondedor del petrolero estaba encendido, que el Stena Impero fue interceptado en las aguas de Omán y que estaba “ejerciendo el derecho de tránsito en un estrecho internacional”.

Respecto al supuesto choque contra un barco pesquero, Allen dijo: “No hay pruebas de eso. Incluso si ocurrió, la ubicación del barco en las aguas territoriales de Omán significa que Irán no habría tenido permiso para interceptar el Stena Impero”.

Londres pidió el viernes a todos los barcos con pabellón británico que evitaran el estrecho de Ormuz hasta nuevo aviso, tras ese incidente y otro en el que estuvo implicado un petrolero liberiano con propietario británico, el Mesdar, interceptado por las autoridades iraníes antes de ser liberado.

La carta de Allen insiste en que Reino Unido “no busca una confrontación con Irán”, aunque considera “inaceptable” el hecho de “amenazar a los barcos que llevan a cabo sus negocios legítimos a través de corredores de tránsito reconocidos internacionalmente”.