Preocupación ha generado el desarrollo, por parte de Estados Unidos, de una nueva bomba nuclear que sería al menos 20 veces más potente que la lanzada sobre Hiroshima en 1945.

La voz de alerta la han puesto organizaciones como la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (International Campaign to Abolish Nuclear Weapons, ICAN), la que abordó los alcances de la bomba B61-13.

Mediante un comunicado, ICAN indicó que la administración de Joe Biden decidió agregar “una nueva bomba nuclear de gravedad al arsenal estadounidense”.

“La decisión de añadir la B61-13 se produce poco después de que otra nueva bomba nuclear, la B61-12, comenzara su producción a gran escala el año pasado y actualmente esté ingresando al arsenal nuclear”, agregó.

Pese a que aún debe ser aprobada por el Congreso estadounidense, la bomba B61-13 ya recibió señales inmediatas de aprobación por parte de algunos dirigentes republicanos.

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Recordemos que el 27 de octubre el Pentágono informó que la decisión de buscar esta capacidad, que se tomó en estrecha colaboración con la NNSA (Administración Nacional de Seguridad Nuclear), “responde a las demandas de un entorno de seguridad en rápida evolución”.

Según el subsecretario de Defensa para Política Espacial, John Plumb, Estados Unidos “tiene la responsabilidad de continuar evaluando y desplegando las capacidades que necesitamos para disuadir de manera creíble y, si es necesario, responder a ataques estratégicos, y dar seguridad a nuestros aliados”.

Junto con asegurar que la producción del B61-13 no aumentará el número total de armas en el arsenal nuclear de Washington, Plumb sostuvo que el despliegue del B61-13 “no es una respuesta a ningún evento actual específico sino que refleja una evaluación continua de un entorno de seguridad cambiante”.

Características de la poderosa bomba

La NNSA será la encargada de la producción de esta nueva bomba, si es que finalmente termina aprobándose.

Según el comunicado, ésta dará al presidente norteamericano “opciones adicionales” para así llegar a objetivos de largo alcance.

Desde ICAN explican que B61-13 estará diseñada para ser lanzada por bombarderos estratégicos como el futuro B-21 y, hasta que sea retirado, posiblemente también el B-2 Spirit. Por el contrario, no estará diseñado para ser lanzado por cazas con doble capacidad.

El medio Perfil consigna que el arma es la última versión de la bomba de gravedad B61, un elemento clave de la disuasión nuclear de Estados Unidos desde la Guerra Fría. Pese a que las bombas de gravedad no están guiadas, la nueva tendría un kit de cola que la hará más precisa.

Específicamente, contará con una potencia máxima de 360 ​​kilotones, es decir, 24 veces la potencia de la bomba que se lanzó sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945. “La bomba lanzada sobre Nagasaki tres días después tenía una potencia de unos 25 kilotones”, consigna el citado medio.

La B61-13 tendrá menos de un tercio de la potencia de la mayor arma nuclear estadounidense, la B83, que cuenta con una potencia de 1,2 megatones.

Si bien el expresidente Barack Obama trató de retirar el B83, su sucesor Donald Trump no continuó con ese proyecto.

Cabe señalar que los efectos de una explosión de 360 ​​kilotones son significativamente mayores que los que resultarían de una explosión de 50 kilotones.

De hecho, en el siguiente mapa, compartido por ICAN, se compara la lluvia radiactiva que se generaría tras una detonación terrestre en Corea del Norte. Dependiendo de la ubicación del objetivo, así como de las condiciones climáticas, la lluvia radiactiva de un B61-13 podría llegar a la mitad de Corea del Sur.

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ICAN asegura que si bien los funcionarios del gobierno de Estados Unidos insisten en que el plan B61-13 no está impulsado por nuevos acontecimientos en países adversarios ni por un nuevo requisito de selección de objetivos militares, “aumentar la precisión de una bomba de alto rendimiento obviamente tiene implicaciones sobre la selección de objetivos”.

“Detonar el arma más cerca del objetivo aumentará la probabilidad de que dicho objetivo sea destruido, y una instalación muy fuerte podría hipotéticamente destruirse con un B61-13 en lugar de dos B61-12”, precisa.