El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visitará la ciudad de El Paso, Texas, fronteriza con México, durante la jornada del miércoles, tras el tiroteo del sábado que dejó 22 muertos.

“El presidente Trump me llamó ayer (domingo). Fue muy amable durante la llamada… (y) se ofreció a ayudar de cualquier manera que pudiera”, dijo el alcalde Dee Margo en una conferencia de prensa este lunes.

“Vendrá aquí el miércoles”, confirmó la máxima autoridad local.

El mandatario ha sido acusado de alentar el resentimiento contra grupos étnicos minoritarios con su retórica divisiva y algunos residentes de El Paso, que tiene una población principalmente hispana, han dicho que el presidente no sería bienvenido.

Pero Margo, quien es miembro del Partido Republicano de Trump y un firme defensor del magnate y ex estrella de televisión, valoró la visita.

“Le pediré al presidente Trump que apoye nuestros esfuerzos con todos y cada uno de los recursos federales disponibles”, dijo.

Pese a su estilo directo y confrontacional y que con anterioridad evitó hablar directamente de racismo o supremacismo blanco tras este tipo de hechos, como por ejemplo en el ataque de Charlottesville (2017), cuando no condenó a los manifestantes neonazis tras los incidentes del 12 de agosto que dejaron tres muertos, el mandatario salió este lunes a lamentar tanto la tragedia de Texas como la ocurrida el domingo en Dayton, que sumaron 31 muertos.

“En una sola voz, nuestra nación debe condenar el racismo, el fanatismo y el supremacismo blanco. Estas ideologías siniestras deben ser derrotadas. El odio no tiene lugar en Estados Unidos. El odio deforma la mente, devasta el corazón y devora el alma”, dijo.

“Tenemos que ponerle fin a la glorificación de la violencia en nuestra sociedad. Esto incluye videojuegos violentos que son algo común”, sentenció.

“Debemos reconocer que Internet ha proporcionado una vía peligrosa para radicalizar las mentes perturbadas y realizar actos dementes”, señaló Trump.