El caso de D.B. Cooper es uno de los más enigmáticos de la historia policial de Estados Unidos, pues durante cerca de 45 años, el FBI no pudo encontrar una solución o al responsable, y este miércoles anunció el cierre de las indagatorias, sin hallar respuestas concretas.

D.B. Cooper fue un hombre que el 24 de noviembre de 1971 secuestró un avión comercial y cobró más de 200.000 mil dólares en efectivo por su rescate, además de pedir 4 paracaídas, consigna el Washington Post.

“Tras desarrollar una de las investigaciones más largas de la historia, este 8 de julio, el FBI redireccionará los recursos dedicados al caso D.B. Cooper para enfocarse en otras prioridades de investigación. Durante los 45 años de pericias, el FBI revisó exhaustivamente las pistas creíbles, recogió toda la evidencia disponible y entrevistó a todos los testigos identificados“, indica un comunicado de la entidad.

Para llevar a cabo este hecho, el hombre le pidió a una azafata que le sirviera un trago, pero además le entregó un papel, donde decía que en su poder tenía una bomba, mostrando lo que podría ser un objetivo explosivo.

De esta forma, Cooper logró obtener 200 mil dólares en billetes de 20 y 4 paracaídas.

El vuelo -que despegó en Portland- tenía como destino final Seatle, pero cuando estaba llegando a esta última ciudad, el secuestrador exigió que el avión fuese llevado a Cuidad de México.

Pero en el estado de Nevada, el hombre se lanzó con el dinero desde el avión -utilizando un paracaídas- y nunca más fue visto.

Investigación sin avances

Desde entonces el FBI comenzó ha investigado lo que ocurrió con Cooper y ha tratado -sin éxito- de resolver lo acontecido en el vuelo 305 de Northwest Orient Airlines, consigna una nota de El País de España.

Lo primero que se descubrió, es que el hombre que realizó el ilícito se registró al momento de comprar el pasaje como Dan Cooper (que sería un alias), pero un error de un medio de comunicación de la época, popularizaría al personaje bajo la identificación de D.B. Cooper.

Al no determinar la verdadera identidad, a diferentes hombres se las ha señalado como la persona que secuestró un avión y se burló del FBI, especialmente a gente con instrucción militar, debido al conocimiento en explosivos y al uso de paracaídas.

Ralph Himmelsbach fue el hombre que durante años lideró la investigación, entrevistando a cientos de individuos que afirmaban conocer o ser D.B.Cooper, pero nunca logró un resultado concreto.

Pero el único avance en la investigación fue el hallazgo de un paquete en mal estado con 5.800 billetes de la misma serie que le entregaron al hombre, publica Infobae.

Aunque algunos investigadores plantean que Cooper no logró sobrevivir al salto, debido a que el paracaídas no era de la mejor calidad, pero jamás se hallaron sus restos o el paracaídas, por lo que nunca se pudo determinará que pasó con él y su verdadera identidad.

Ahora, la investigación ha sido cerrada y se transforma oficialmente en el primer caso de un secuestro de un avión comercial, que el FBI no pudo resolver.