Sri Lanka reducirá gradualmente sus tropas. Desde los 200.783 actuales, se proyecta que sólo queden 135.000 en 2024, y no más de 100.000 en 2030.

El Ministerio de Defensa de Sri Lanka anunció este viernes que reducirá en una tercera parte el número de efectivos de las Fuerzas Armadas en 2024 para aliviar en la medida de lo posible la profunda crisis económica que atraviesa el país, inmerso en difíciles negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y todavía renqueante de la revolución que estalló en julio de 2022 por la subida de los precios.

El ministro, Premitha Bandara Tennakoon, enmarcó esta decisión en la relativa seguridad exterior de la que disfruta el país tras el récord de efectivos reclutados entre 2017 y 2019, cuando el Ejército ceilandés llegó a contar con 317.000 militares, una cifra todavía superior a las del apogeo de la guerra contra los rebeldes tamiles.

Tennakoon confirmó ahora que el número actual de 200.783 efectivos se verá reducido en una tercera parte, hasta los 135.000, en 2024, en el comienzo de un proceso que culminará en 2030, cuando se espera que la cifra de militares se limite a los 100.000, de acuerdo con el comunicado recogido por el portal de noticias ceilandés NewsCutter.

“El gasto militar es básicamente un gasto estatal que indirectamente estimula y abre vías para el crecimiento económico al garantizar la seguridad nacional y humana”, apuntó en el comunicado, donde pidió un ejercicio de franqueza a la hora de relacionar el impacto del mantenimiento del Ejército en la economía del país.

“La fuerza militar y el desarrollo económico a largo plazo son dos caras de una misma moneda que coexisten, pero nunca se discuten abiertamente”, lamentó.

Mientras tanto, el Secretario de Estado de Finanzas, Shehan Semasingh, reiteró también este viernes la incertidumbre en torno a las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, una falta de concreción que “está cobrando un alto precio a la gente de Sri Lanka”.

El secretario explicó que, a pesar del “progreso significativo en el proceso de rescate”, reflejado en la firma preliminar de un acuerdo a nivel de personal, Sri Lanka aún no ha recibido garantías financieras de sus socios bilaterales y, como resultado, “no ha podido obtener la aprobación de la Junta Ejecutiva del FMI”, según ha indicado durante la conferencia económica regional Voice of Global South Summit, recogida por el portal Colombo Page.