Armenia y Azerbaiyán, que se habían comprometido a “negociar” una solución pacífica para Nagorno Karabaj, se acusaron mutuamente este sábado de haber vulnerado la tregua pactada horas antes con la mediación de Rusia para esa región separatista.

El sábado de madrugada, Bakú y Ereván acordaron un alto el fuego “con fines humanitarios” en Moscú, que entró en vigor a las 12:00 locales (5:00 horas en Chile), anunció el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, tras once horas de negociaciones entre los cancilleres armenio y azerí.

El alto el fuego debía permitir el intercambio de prisioneros de guerra y de los cuerpos de víctimas, según Lavrov.

Sin embargo, minutos después de que la tregua entrara en vigor, ambos bandos enfrentados se acusaron mutuamente de haberla roto.

“Armenia viola de manera flagrante el alto el fuego, intenta atacar en las direcciones de Fizuli-Jebrail y Agdam-Terter” en Nagorno Karabaj, declaró el Ministerio de Defensa azerbaiyano.

Por su parte, la vocera del Ministerio de Defensa armenio, Shushan Stepanyan, afirmó que “a pesar del alto el fuego humanitario declarado previamente”, las fuerzas azeríes lanzaron un ataque a las 12:05, es decir, cinco minutos después de que empezara la tregua.

Poco antes, el mediador Artak Belgarian, había afirmado en Twitter que las fuerzas azeríes “bombardearon de nuevo zonas civiles de Stepanakert”, capital autoproclamada de Nagorno Karabaj.

Un periodista de la Agence France-Presse en Stepanakert afirmó que había escuchado explosiones en la ciudad antes de que empezara la tregua, pero que después del mediodía la situación se calmó relativamente, con solo algunas explosiones esporádicas en la distancia.

Algunos habitantes se asomaban a las puertas de sus casas, observando el cielo y con el oído atento a cualquier eventual ataque, tras varios días de bombardeos en los que debieron huir o refugiarse en los sótanos.

Este alto el fuego suponía la primera esperanza seria de poner fin a los mortíferos enfrentamientos que oponen desde el 27 de septiembre a separatistas armenios de la autoproclamada república de Nargorno Karabaj, apoyados por Ereván, y las fuerzas azerbaiyanas.

“Negociaciones sustanciales”

En la mesa de diálogo auspiciada por Rusia, Azerbaiyán y Armenia también se comprometieron a realizar “negociaciones sustanciales para lograr rápidamente una solución pacífica” del conflicto bajo la égida de los copresidentes del grupo de Minsk (que reúne a Rusia, Francia y Estados Unidos), precisó Lavrov.

El alto el fuego es “un primer paso importante pero no sustituirá una solución permanente”, puntualizó no obstante este sábado el Ministerio turco de Relaciones Exteriores, principal apoyo de Azerbaiyán.

Bakú dio “la última oportunidad a Armenia de retirarse de los territorios que ocupa”, añadió Turquía, que afirmó que “Azerbaiyán mostró a Armenia y al mundo que puede recuperar sus tierras ocupadas desde hace casi 30 años por sus propios medios”.

En Nagorno Karabaj es una región en la que rusos, turcos, iraníes y occidentales tienen intereses, por lo que el temor es que el conflicto se internacionalice.

Turquía ya fue acusada de participar con hombres y armas en el conflicto, apoyando a Azerbaiyán, aunque ambos países lo niegan.

Desde que se reanudaron los enfrentamientos, el balance oficial de muertos asciende a más de 450, de ellos 23 civiles armenios y 31 azerbaiyanos, aunque el número real puede ser muy superior ya que ambos campos afirman haber matado a miles de soldados enemigos. Bakú no informa de sus pérdidas militares.

No es la primera vez que ambos países empuñan las armas por esta región. En la guerra de 1988-1994 murieron más de 30.000 personas y provocó centenares de miles de refugiados.