El gobierno chino desmintió este viernes haber “ocultado” cifras en el balance de la Covid-19, tras un brusco aumento del número de muertos contabilizados en el país.

“Jamás hubo ningún ocultamiento y no autorizaremos ninguno”, aseguró a la prensa un vocero del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, tras el anuncio de cerca de 1.300 muertos adicionales en Wuhan, la ciudad donde apareció el virus a fines del año pasado, una vez revisados los balances.

Zhao reconoció “retrasos, omisiones e imprecisiones” en los registros de decesos al inicio de la epidemia, a raíz de la saturación de los hospitales.

Pero “la respuesta de China a la epidemia es irreprochable”, recalcó.

En un comunicado difundido en las redes sociales, la ciudad de 11 millones de habitantes, que fue puesta en cuarentena desde finales de enero, explica que en el apogeo de la epidemia, algunos pacientes murieron en casa porque no podían ser atendidos en hospitales.

Por eso -dicen- no fueron contabilizados en las estadísticas oficiales, que sólo tienen en cuenta a los fallecidos en los hospitales.

Estas nuevas estadísticas suben un 50% el balance en Wuhan, que queda en 3.869 muertos.

El total de contagios en Wuhan también se ha revisado al alza (+325) hasta 50.333 casos en la ciudad, situada en el centro del país. Para China en su conjunto se superan los 80.000.