El exjuez brasileño, Sergio Moro, vivió el allanamiento de su residencia por parte de la justicia electoral de dicho país por la posible presencia de material de campaña "irregular", esto de cara a las elecciones de octubre en las cuales postula al Senado.

La justicia electoral brasileña allanó este sábado unas oficinas del exjuez Sergio Moro, candidato a senador en las elecciones de octubre, por sospechas de que allí se guardaba material de campaña considerado “irregular”.

La operación fue realizada en la ciudad de Curitiba, donde reside el exmagistrado, y en ella fueron incautados diversos materiales proselitistas que “violan la legislación”, según explicó en una nota el Tribunal Regional Electoral del estado de Paraná.

El comunicado agrega que la acción fue en respuesta a una demanda presentada por el Partido de los Trabajadores (PT), que lidera el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, hoy candidato a volver a la Presidencia y quien llegó a pasar 580 días en prisión condenado por Moro cuando este aún pertenecía a la magistratura.

El exjuez no ha comentado la operación, que fue confirmada por su abogado, Gustavo Guedes, quien consideró la decisión del tribunal electoral como “sensacionalista” y “agresiva”.

Moro ganó notoriedad en Brasil en 2014 como juez de Lava Jato, una vasta operación contra la corrupción que develó una amplia red de corrupción que operaba en la empresa Petrobras y otras estatales del país.

La operación Lava Jato llevó a prisión a decenas de políticos y empresarios, entre ellos Lula, pero la mayoría de los procesos que estuvieron a cargo de Moro fueron luego anulados por la Corte Suprema debido a errores de jurisdicción y otras irregularidades, entre las cuales figuró su “parcialidad” como juez de esos casos.

Moro abandonó la carrera judicial en 2019 para asumir el Ministerio de Justicia en el Gobierno de Jair Bolsonaro, quien había ganado las elecciones el año anterior y ahora aspira a renovar su mandato.

Sin embargo, el exmagistrado renunció al cargo en abril de 2020, totalmente enemistado con el líder de la ultraderecha, a quien acusó de interferir ilegalmente en la Policía Federal y haber abandonado la lucha contra la corrupción.

Este año, Moro coqueteó con una candidatura a la Presidencia, pero fue descartado por el partido Unión Brasil, de centroderecha y al que se había afiliado a fines de 2021.

Entonces, abandonó esa colectividad y fichó por el derechista partido Podemos, que tampoco lo aceptó como abanderado para la Presidencia pero le ofreció una candidatura a un escaño en el Senado, que será renovado parcialmente en las elecciones de octubre.