La organización indígena ecuatoriana, Conaie, protesta por las alzas en los precios de productos de primera necesidad y de los combustibles, la precariedad de los hospitales públicos y por la atención a los agricultores.

El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, decretó este viernes estado de excepción en Pichincha, Imbabura y Cotopaxi como respuesta al paro nacional convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que salió a la calle por quinto día consecutivo.

El estado de excepción de 30 días permite el despliegue de las Fuerzas Armadas para misiones de seguridad ciudadana y contra la delincuencia, aunque el presidente ecuatoriano no ha dado detalles sobre el despliegue de militares o la imposición de un toque de queda nocturno, como sí ha hecho en otros regímenes de excepción.

“Me comprometo a defender nuestra capital y a defender el país”, dijo el mandatario en una alocución transmitida por televisión. Asimismo, anunció un paquete de medidas “con la finalidad de garantizar la paz de todo el país y atender las principales demandas y preocupaciones de la población”.

“He decidido aumentar el bono de desarrollo humano a 55 dólares (unos 48.000 pesos chilenos), declarar en emergencia el sistema de salud pública, duplicar el presupuesto en educación intercultural, subsidiar hasta 50% el precio de la urea (fertilizantes) para pequeños y medianos productores”, detalló Lasso.

La organización indígena y sus aliados protestan por el elevado precio de los productos de primera necesidad y los combustibles, la precariedad de los hospitales públicos y por la atención a los agricultores.

Asimismo, critican la política “neoliberal” del presidente Guillermo Lasso por la presunta privatización de empresas públicas, o las reformas legales en curso para promover el trabajo por horas.