Sao Paulo, la ciudad más poblada de Brasil, canceló este jueves las celebraciones de año nuevo para evitar la propagación de la nueva variante ómicron del coronavirus, una medida tomada después de la confirmación de tres contagios.

“Se cancela el Réveillon por indicación de la vigilancia sanitaria”, indicó el alcalde Ricardo Nunes ante periodistas durante una visita en Nueva York.

De esta manera se suspendió las celebraciones que reúnen a dos millones de personas en la icónica Avenida Paulista.

Con esa decisión, ya son más de la mitad de las ciudades capitales de Brasil (al menos 16 de 27), entre ellas Brasilia, Recife y Porto Alegre.

Estas ciudades no tendrán festejos masivos para recibir el 2022. Rio de Janeiro, por ahora, mantiene en pie los festejos.

Por su parte, el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria anunció en su cuenta en Twitter que “se mantendrá la exigencia del uso de máscara en espacios abiertos”.

El Comité indicó que “hay incertidumbres sobre el impacto de la variante ómicron en vísperas de fin de año. Los periodos de Navidad y Réveillon suelen provocar grandes aglomeraciones, lo que facilita la transmisión de enfermedades respiratorias como el covid-19″.

La determinación es un retroceso sobre lo anunciado la semana pasada, cuando el gobierno estatal dispuso el fin de la obligatoriedad del uso de máscaras en espacios abiertos desde el 11 de diciembre.

“Todos los números demuestran que la pandemia está retrocediendo en Sao Paulo, pero vamos a optar por la precaución”, añadió Doria.

De su lado, Nunes advirtió que a finales de diciembre el Comité Científico presentará un nuevo informe para rever la decisión.

El martes, el gobierno estatal confirmó dos casos importados de la variante ómicron, los primeros en Brasil y en América Latina. Al día siguiente, reveló un tercer contagio.

Brasil cerró sus fronteras aéreas desde el lunes a seis países de África (Sudáfrica, Botsuana, Esuatini, Lesoto, Namibia y Zimbabue) para evitar la propagación de la variante ómicron.

El regulador sanitario, Anvisa, también recomendó al gobierno prohibir el ingreso de extranjeros provenientes de Angola, Malaui, Mozambique y Zambia.

Brasil acumula más de 614.000 muertos desde el inicio de la pandemia, el segundo país con más fallecidos en números absolutos después de Estados Unidos.