La OEA discutirá el miércoles una propuesta de Colombia y Brasil para instar a Bolivia a llamar “urgentemente” a elecciones, luego de cuestionados comicios que desataron una ola de violentas protestas y propiciaron la renuncia del presidente Evo Morales.

La Organización de los Estados Americanos (OEA) dijo el martes que el proyecto de resolución fue presentado para ser tratado el miércoles 20 durante una sesión ordinaria del Consejo Permanente, órgano ejecutivo del bloque regional con sede en Washington.

La iniciativa llama al gobierno interino de Bolivia, encabezado por la exsenadora Jeanine Áñez,
a “convocar urgentemente a elecciones” en cumplimiento del mandato constitucional y adoptando “prontamente” un calendario electoral que brinde todas las garantías democráticas.

Además, instruye a la Secretaría General de la OEA a otorgar a Bolivia todo el apoyo técnico “para que se dé inicio inmediato al proceso electoral, de conformidad con los principios de transparencia, independencia, credibilidad y confianza”.

El proyecto de resolución insta a todos los actores políticos y a la población en general “al inmediato cese de la violencia” y pide a las autoridades garantizar “de manera plena e irrestricta” el respeto y la protección de los derechos humanos.

Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ente autónomo de la OEA, las protestas poselectorales en Bolivia dejaron al menos 23 muertos y 715 heridos.

Para ser aprobada, la iniciativa promovida por Colombia y Brasil necesita una mayoría simple, esto es, el respaldo de 18 de los 35 miembros de la OEA (34 en los hechos, dado que Cuba no participa).

Una veintena de países de la OEA pidieron el martes pasado en dos declaraciones diferentes la realización lo antes posible de nuevas elecciones en Bolivia.
Pero ninguno de los textos fue sometido a votación como una resolución del organismo.

Morales dimitió el 10 de noviembre luego de que las fuerzas de seguridad le retiraron su apoyo en medio de fuertes manifestaciones en su contra por acusaciones de fraude en los comicios del 20 de octubre. Morales buscaba un cuarto mandato tras lograr una habilitación especial a una prohibición constitucional y tras perder un referendo en 2016 que rechazó su reelección.

Refugiado en México desde el 12 de noviembre, Morales acusó a la OEA, a la cual convocó para realizar una auditoría electoral, de sumarse al “golpe de Estado” que, según él, lo obligó a dejar el poder, y pidió a los militares y policías que “no metan bala al pueblo”.