Juan Carlos N. y Patricia N. son dos residentes en el Estado de México (EdoMex) que han estremecido a todo un país, luego de conocer la saña con la que asesinaban y desmembraban a sus víctimas.

La policía los descubrió la semana pasada cuando salían de su domicilio en la colonia Jardines de Morelo, Ecatepc. Empujaban un coche de guagua, llena de restos humanos que se disponían a depositar en un predio cercano a su vivienda.

La investigación en Ecatepec, por la desaparición de al menos 3 mujeres, entre abril, julio y septiembre pasado, activó las alertas de las autoridades, dando con los hechores quienes brindaron detalles del domicilio y de lo que había en su interior.

El Universal
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Las tres personas desaparecidas se relacionaron de forma aún desconocida con la pareja, pero eso fue lo que llevó la investigación hacia esta, según consigna el periódico local El universal, que cita a la fiscalía sobre el caso. “Ello nos llevó a la ubicación del domicilio, donde se puso la vigilancia correspondiente”, declaró el fiscal del EdoMex, Jaime Gómez Sánchez.

La pareja detenida brindó detalles de al menos dos inmuebles en los que los uniformados encontraron 8 cubetas de plástico, de 20 litros cada una, con restos humanos cubiertos de cemento. Más tarde, Juan Carlos aseguraría en tribunales que su propósito era comercializar los huesos de las mujeres.

Milenio
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Los detalles de una confesión inesperada

El caso, tiene características propias de una serie anglosajona sobre crímenes bestiales. Los méxicanos han visto con sorpresa como eso se ha materializado a la realidad, al salir a la luz los detalles de La investigación hacia la pareja. Esta, se supone, arrojaría datos que, según las autoridades, los llevaría a esclarecer por lo menos una decena de feminicidios (Término según leyes mexicanas).

Pero hay mucho más por resolver y es el sujeto implicado, quien confesó ante un juez, haber matado a por lo menos 20 mujeres, para descuartizarlas y luego, congelar sus restos que también fueron encontrados embolsados en grandes refrigeradores.

A los delitos por los que serán procesados, se suma la venta de una bebé de tan solo 2 meses de nacida, cuya madre, se presume, es una de las víctimas de esta pareja de asesinos seriales. La niña fue entregada a otra pareja, por un monto aún no precisado. Esta ya fue capturada por comprar a la menor de edad.

El Universal
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Por hoy, los peritajes psiquiátricos, practicados a los detenidos han arrojado claridad de su estado mental. Así lo declaró la fiscalía mexicana.

En el caso de Juan Carlos, presenta un “trastorno psicótico y de pesonalidad”. Patricia N, por su parte, fue diagnosticada con un “retraso mental de nacimiento y un delirio adquirido”. Pese a esto, la evaluación es determinante al concluir que “ambos pueden distinguir entre el bien y el mal”.

Entre tanto, el caso apenas inicia para las autoridades locales, que tienen la tarea de identificar a las víctimas de esta pareja asesina confesa.

Para ese efecto, han pedido la colaboración de otros organismos públicos afines en investigación, para dar respuestas rápidas a familiares de mujeres desaparecidas, que a partir de este caso, están temiendo lo peor.