Una periodista fue hallada muerta este jueves en su casa de Monterrey, en el norte de México. Las autoridades revelaron que su cadáver presentaba heridas cortopunzantes en el cuello.

Alicia Díaz González fue encontrada “en el interior de su domicilio por sus hijos, quienes se encontraban descansando en la segunda planta del inmueble y manifestaron no haberse percatado de los hechos”, según indica un comunicado de la fiscalía de Nuevo León.

Díaz, de 52 años y quien trabajaba para el diario El Financiero desde enero pasado, “presentaba heridas cortopunzante en el cuello, atrás de la nuca”, añadió la institución, que mantiene “abiertas todas las líneas de investigación”.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos solicitó a las autoridades de Nuevo León una investigación del crimen “analizando en todo momento la línea vinculada con la labor periodística de la víctima”.

Colegas de Díaz comentaron a la AFP que la comunicadora informaba sobre actividades de las empresas locales, así como temas hipotecarios, de impuestos e inversiones gubernamentales. Según ellos, no se trataba de información “delicada”.

Anteriormente, Díaz trabajó en el periódico El Norte, del grupo Reforma, y en La Moneda, un periódico local ya desaparecido.

La semana pasada, el periodista Juan Carlos Huerta, de Tabasco, fue asesinado a balazos cuando salía de su domicilio.

El asesinato de Huerta se produjo al cumplirse un año del asesinato de Javier Valdez, un periodista especializado en narcotráfico que fue ultimado a balazos en Sinaloa, donde actúan poderosos cárteles.

México es considerado uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo, con más de 100 comunicadores asesinados desde 2000. La mayor parte de los crímenes permanece impune.

Según las organizaciones Reporteros sin Fronteras y Artículo 19, este año ya han sido asesinados cuatro periodistas. En 2017 fueron ultimados al menos 11.