Según las cifras oficiales, la abstención de 52% registrada el domingo en los comicios en que fue reelegido el presidente Nicolás Maduro es la más alta de la era democrática venezolana, que comenzó en 1958, y se convierte en una abstención histórica para ese país, tomando en cuenta que siempre ha tenido alta afluencia de votantes.

Al anunciar la victoria de Maduro, la jefa del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, proyectó que la participación cerrará en 48%. Hasta ahora la más baja había sido de 56,6%, en las votaciones de 2000, que enfrentaron al fallecido expresidente Hugo Chávez con el militar Francisco Arias Cárdenas.

Tradicionalmente, Venezuela registra altos índices de afluencia en las presidenciales, superando incluso 90% en los primeros cuatro procesos tras la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez (1952-1958).

Las últimas elecciones presidenciales previas, en las que Maduro se había medido al opositor Henrique Capriles, tuvieron una participación de 79,69%.