Un 75% de los 25.339 asesinatos de 2017 -que transformaron al año pasado en el más violento de México en dos décadas- fueron ejecuciones efectuadas por el crimen organizado, alertó ese martes la ONG Semáforo Delictivo.

Las 18.989 ejecuciones contabilizadas por la organización, en base a datos oficiales, tres cuartas partes del total de homicidios registrados el año pasado, representan un alza del 55% con respecto a 2016 y ratifican una tendencia creciente, originada por la polémica ofensiva militar contra el narcotráfico que el gobierno lanzó a finales de 2006.

“Lo que antes teníamos por año ahora lo tenemos por mes”, dijo a periodistas Santiago Roel, director de Semáforo Delictivo, al recordar que en 2006 el número de ejecuciones en México era apenas superior a 2.100 casos.

En 26 de los 32 estados mexicanos se registró un incremento en el número de homicidios, destacando la escalada de más de 500% en Nayarit (oeste), así como en Baja California Sur (noroeste) y Quintana Roo (este), sede de populares destinos de playa frecuentados por millones de turistas de Estados Unidos, Canadá y Europa.

La tasa anual de homicidios por cada 100.000 habitantes fue de 21, aunque el investigador destacó que existen 14 municipios en cinco estados con tasas superiores a 100, entre ellos los turísticos Acapulco y Zihuatanejo en Guerrero (sur) y Los Cabos en Baja California Sur.

Roel aseguró que las cifras demuestran “el gran fracaso” de la política de seguridad de la administración del presidente Enrique Peña Nieto, que prolongó la estrategia militar de su predecesor Felipe Calderón sin considerar una solución de fondo que, a su juicio, sería la regulación de las drogas.

Roel destacó la incongruencia de las políticas de México, que insiste en la penalización y la violencia, frente a Estados Unidos y Canadá donde se avanza hacia la legalización del consumo y comercio de drogas como la marihuana.

“Allá hacen negocios y apuestan por la vida, aquí parece que seguimos apostando por la muerte, la corrupción y la pobreza”, sentenció.

De cara a las próximas elecciones presidenciales, el especialista criticó que los candidatos que encabezan las preferencias ofrecen “más de lo mismo”, con estrategias enfocadas en combatir el lavado de dinero o el tráfico ilegal de armas que, consideró, son efectos mas no causas de la violencia y la corrupción.

Con la cifra total de 2017, ya son más de 200.000 los asesinatos ocurridos en México desde el inicio de la ofensiva militar antidrogas.