La comunicadora conversó con Fernando Godoy sobre aquel evento que se transmitió en vivo por señal abierta, asegurando que hubo un particular momento con el sacerdote de la boda que la hizo arrepentirse de su decisión.

La animadora y exmodelo Pamela Díaz recordó su boda televisada con el exfutbolista Manuel Neira, asegurando que si bien no se arrepiente de haber transmitido la ceremonia en señal abierta, hubo una acción que la dejó lamentándose.

Díaz conversaba con Fernando Godoy en su programa Terrazas Stones, donde, en medio de un juego de preguntas y respuestas, el actor le preguntó si se arrepentía de haber televisado su matrimonio.

En eso, y al recordar los 11 años que pasaron juntos con el exdeportista, la comunicadora aseguró que no se arrepentía de aquella decisión. “Uno, porque yo jamás voy a invitar a 500 personas a un matrimonio, porque igual me van a pelar. Y tampoco tenía la plata para invitar a 500″, comentó.

Esto, debido a que el acuerdo de transmitir su boda hizo que el canal a cargo, CHV, pagara por toda la ceremonia. Así, aseguró además que “en ese tiempo nos amábamos con el finado”, aunque reconoció que “en un momento me iba a arrepentir”.

“Fue cuando él entra, yo miro para atrás y digo ‘no, me está leseando, no, no, ¿por qué no me dijo eso antes?’”, narró, contando que el novio había decidido alisarse el cabello para la velada.

“Yo sé que a lo mejor sueno pesada y todo, pero no sé, dime antes y muéstrame una foto antes. ¿Cómo vas a llegar así? Si es el día más importante de tu vida”, reclamó entre risas.

Así, rememoró también un momento en específico de la velada: cuando, en medio de la ceremonia, tenían que irse a comerciales por el programa.

“¿Y lo mandaba el curita?”, preguntó entre risas Godoy, recibiendo una afirmativa.

El curita no cachaba nada, no sabe lo que es la tele, ni las cámaras, a lo más trataba de hacerlo como le habían dicho”, rememoró Díaz. “Y de repente, no sé qué productor le dice al cura (hace señas con las manos en señal de alargar algo)”, recordó.

“¿Cómo el cura iba a saber qué era eso? Era para que esperara y alargara, para no irnos a comerciales porque nos estaba yendo bien”, continuó Díaz, asegurando que las señales no quedaron ahí.

Y es que “de repente pasa alguien así (gateando y susurrando) ‘señor, tiene que alargar’. Yo miraba todo esto y dije ‘Dios no quiere que me case, esto es una señal’, era como raro para el cura”.

Entonces, el sacerdote le respondió a los productores y comenzó a entrevistar a la novia para poder continuar con el momento. “Yo decía: ‘no, me quiero ir, me quiero ir’. Es lo único de lo que me arrepentí, lo encontré que era como falso”, lamentó.