El periodista se despidió del noticiero de Mega para dedicarse por completo a su rol de notero en Mucho Gusto. "Como no pregunto cuando me ponen, tampoco lo hago cuando me sacan", aseguró.

El periodista Simón Oliveros se despidió de Meganoticias Amanece, noticiero que condujo por ocho meses, para dedicarse por completo a su rol de notero en el matinal de Mega, Mucho Gusto.

Todo ocurrió durante el fin del bloque matutino, cuando daban el paso a Meganoticias AM. Entonces, la periodista Natasha Kennard se encargó de desearle éxito a su colega.

Asimismo, la propia comunicadora quiso aclarar que Simón Oliveros “no se va de Mega, se va a enfocar en sus labores de Mucho Gusto, pero te vamos a extrañar mucho. Eres un tremendo compañero, gracias por todo”.

Mientras Kennard hablaba, el meteorólogo Jaime Leyton apareció en el estudio con un paquete de regalo en sus manos dirigido al periodista.

“Cuando uno trabaja en periodismo, en un proyecto colectivo, tiene que siempre estar atento a las jugadas de esto, como el fútbol”, mencionó Oliveros.

Asimismo, el propio comunicador admitió que “así como no pregunté cuando me pusieron, no pregunté por qué me sacan, como decía Gary Medel. Estoy contento de seguir en el canal, voy a estar en Mucho Gusto, acompañándolos todas las mañanas”.

Simón Oliveros también quiso agradecer al público de Mega en las mañanas, describiéndolos como “la gente que se despierta más temprano, los más sacrificados, los que están terminando el turno, y a ellos les agradezco su cariño infinito”.

“A mí no me gusta cuando la gente no me quiere, en general. Entonces, recibir cariño es maravilloso, y uno se siente pagado como comunicador, como profesional”, continuó.

A través de sus redes sociales, Oliveros siguió despidiéndose de su público. “Neruda lo definió muy bien: ‘Uno siempre vuelve a los lugares donde amó la vida’, y en este equipo, el del Amanece, yo fui inmensamente feliz”, escribió.

“Gracias por hacerme parte de sus vidas. Espero haberlos podido contagiar con alegría, con energía y mucho canyengue. Así como no pregunto cuando me ponen, tampoco lo hago cuando me sacan. A llorar a la iglesia como dicen por ahí. Estoy preparado para lo que venga. Nos vemos aquí o allá. En Mega, en la calle u otro lado”, cerró.