El chileno acabó ganando el premio mayor la tarde de este miércoles con la palabra "invisible". El viñamarino no ocultó su emoción y abrazó entre lágrimas a su contrincante y al animador del espacio, Julián Elfenbein.
Durante la tarde de este miércoles, el chileno Álvaro Quezada acabó siendo el nuevo ganador del Rosco en Pasapalabra Mundial, ganando 28 millones de pesos, siendo el tercer participante de la temporada en acertar en todas las palabras.
Específicamente, Quezada logró completar la ruleta de palabras en sus últimos tres segundos, haciendo de la palabra “invisible” su victoria, siendo el primer chileno en ganar el Mundial de Pasapalabra tras el triunfo de los argentinos Brian Parkinson e Ivanna Hryc.
El viñamarino de 47 años no contuvo su emoción y fue celebrado por su contrincante, el también chileno Ítalo Tamburrino, quien lo apoyó a lo largo del Rosco con palabras de aliento.
“El primer premio que me llevo del programa es haber conocido a gente buena y linda; y haber recibido cariño de tantas personas que no conozco, en la calle y en las redes sociales”, aseguró Quezada tras ganar.
Asimismo, aseguró que “gané amigos y aprendí mucho de ellos. La plata del premio la voy a usar para arreglar la casa, viajar con mi familia y guardar algo para la educación de mis hijas”.
Quezada se hizo conocido en el programa antes del conocido mundial, donde sumó 23 capítulos seguidos sin lograr tener su victoria. En esta temporada, el chileno acumuló 38 episodios, lo que también lo hace ganador de $6.875.000.
Asimismo, Quezada también marcó su diferencia al llegar al Mundial, cuando en su primer capítulo eliminó a los competidores más populares, Egor Montecinos, quién, en su última aparición, había regresado por los “4 fantásticos”.
El primer ganador chileno en Pasapalabra Mundial
Antes de iniciar su última palabra, Quezada transparentó su nerviosismo del momento y, con cinco segundos y ningún comodín disponible, escuchó la definición de la palabra: “Que rehúye ser visto”.
Pese a escuchar la descripción, decidió pasar para poder pensar en el término. Y así, al borde del llanto, espetó: “Invisible”, a lo que su rival saltó a su lado para celebrar.
Quezada inmediatamente rompió en llanto y abrazó a Tamburrino. También abrió sus brazos al animador del programa, Julián Elfenbein, quien mostró su emoción por el triunfo de Quezada.
