“Crescente, cuando tenía dos años, se cayó a la piscina de mi suegro. Y lo saqué flotando, inconsciente”. Así comenzó a contar el periodista Felipe Vidal uno de los episodios más crudos de su vida, en medio de la grabación del último capítulo del programa culinario La Divina Comida (CHV).

La edición contó con la participación de los actores Juan Pablo Sáez y Carmen Gloria Bresky, además de la periodista Karina Álvarez. Fueron ellos quienes, conmocionados, escucharon el relato de Vidal en persona.

Según relató el coanimador de La Noche es Nuestra (CHV), comenzó a llamar a su hijo, que hoy tiene 15 años. “Crescente, Crescente, Crescente”, habría repetido por la casa de sus suegros en la oportunidad, previo a encontrarse con la horrible escena. No lo encontraba.

“Empecé pieza por pieza, por pieza, por pieza (a buscar), y la que era la habitación de la Trini (una de sus cuatro hijos), salgo, voy directo a ver a la piscina y estaba flotando”, narró.

De acuerdo a sus dichos, cuando notó la situación se le “congeló la vida”. “En ese minuto tu segundo hijo estaba muerto, porque eso es la verdad, suena súper duro, pero es la verdad”, aseguró.

Tras los gritos de su hija despertó su suegro, quien tenía conocimientos de primeros auxilios. Con su nieto inconsciente, fue él quien le realizó los masajes cardíacos y logró regresarlo a la vida. Crescente respiraba nuevamente.

La clínica: el mal pronóstico y el “milagro”

El menor fue trasladado hasta un recinto asistencial. Los pronósticos eran desalentadores. “‘Su hijo viene con mal pronóstico, sus pupilas vienen complicadas’, me dijeron. Y yo me desplomé (…) Me levantaron, salí, me puse a la entrada de urgencias y como que de ahí, nada”, contó.

Vidal aseguró que luego de la chocante escena vino un milagro. Y es que contó que su suegra le realizó una ‘manda’ a San Expedito y su madre sólo rezaba. Crescente durmió las noches que estuvo en la clínica con una imagen del Padre Pío bajo la almohada.

“Me acuerdo que estaba en la pieza Crescente, está la Trini, está el pediatra, que lo llamamos, y de repente empieza a hablar y se apoya en la baranda de la cama. La baranda se cae y Crescente salta”, rememoró.

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En ese momento fue que el especialista les aseguró que el pequeño no presentaba ninguna secuela tras haber estado inconsciente.

“Primero estuvo muerto, y vivió (…) No tuvo daño neurológico. Después venías (al recinto asistencial) por la pulmonía. Una gota en los pulmones. Dos días después estaba en la casa”, finalizó.