Tomás, el hijo de su esposo, fue fundamental en la decisión de Ignacio de compartir imágenes de su boda.

Durante los 10 años de relación entre Nacho Gutiérrez y su actual esposo Rodrigo Macaya, el periodista nunca quiso mostrar imágenes de ellos juntos. Eso cambió en noviembre pasado, cuando contrajeron matrimonio.

Según contó el animador en Juego Textual, fue Rodrigo y su hijo Tomás quienes lo convencieron de compartir imágenes de la boda en redes sociales.

“Durante 10 años no puse nunca una foto de Rodrigo públicamente en ninguna parte. Era porque hay gente que no opta por la exposición en la vida”, aseguró sobre su marido, quien es médico.

“Para el matrimonio fueron Rodrigo y Tomás (hijo de Macaya) quienes me plantearon que aparecer en una foto casándome solo es como que hay tapujos o vergüenza, y que hay que mostrarlo”, afirmó.

Tomás, de 22 años, es una figura muy importante en la vida de Ignacio. “A él se le comunicó siendo adolescente que su papá era gay, y nos hizo el proceso de amarnos, un proceso muy limpio, amable y transparente”, explicó.

“Yo creo que no voy a tener vida para agradecerle el permitirme hacer feliz a su papá”, añadió también.

La historia de Nacho Gutiérrez y su esposo Rodrigo

Nacho Gutiérrez y Rodrigo Macaya se conocieron a través de Facebook. En ese entonces, el médico no tenía idea quién era el animador, porque no seguía la televisión, y al parecer no se sintió tan cómodo con la noticia.

“Lo llevé a una entrevista que tenía que dar, antes de ir a comer. Llego con él, estoy en un set, se prenden las luces y él se apanicó”, reveló Gutiérrez sobre una de sus primeras citas.

Hasta el día de hoy, Rodrigo sigue un poco despistado del mundo del espectáculo. De hecho, la pareja vivió una divertida anécdota, cuando asistió hace unos meses a una fiesta con varias figuras conocidas en Chile.

“(Se puso a conversar con alguien y) Le preguntó ‘¿A qué te dedicas?’. Le respondió ‘Yo juego a la pelota’. ‘¿Y te va bien?’, le dijo. ‘Sí, me alcanza para vivir’, respondió. Todos en silencio, nadie lo quería ayudar. Era Esteban Paredes”, confesó entre risas.

“Era menos doloroso que me echaran”

Rodrigo también estuvo junto a Ignacio, cuando este pasó por uno de los momentos profesionales más difíciles de su carrera: su salida de CHV en 2016 y la posterior demanda que interpuso por discriminación.

“Me dijeron que los homosexuales no podíamos conducir programas de televisión. Y me presentaron a un actor que iba a ser mi coach para ser más amanerado y ser el homosexual del programa. Querían que fuera el tío gay”, rememoró.

“Era menos doloroso que me echaran”, reconoció. “Fue un gran sufrimiento, no me he recuperado”, dijo.

El curso legal y la demanda al canal, tuvo un gran costo personal. “Yo no había salido del clóset porque cada persona tiene su tiempo. Pero para poner la ley Zamudio tuve que salir del clóset (…) Pasé dos meses encerrado en mi casa, medicado. Cuando salía recibía insultos homofóbicos”, recordó.

“Ahí yo me bloqueé en la confianza. Yo era muy distinto antes, me entregaba, confiaba, hacíamos equipo, y hoy me cuesta mucho. Después de seis años de terapia, cuando estoy en equipos grandes, siento que me van a hacer daño, porque me pasó. Me encantaría ser el Nacho de antes, pero no he podido”, confesó.