Un gran susto vivió el cantante Pablo Herrera el fin de semana pasado. El intérprete debió ser internado de urgencia tras sufrir un accidente isquémico transitorio, en otras palabras un mini derrame cerebral que aparece y desaparece rápidamente.

Todo empezó la mañana del sábado cuando el músico se preparaba para viajar a Los Ángeles para realizar un show. Mientras arreglaba sus cosas, comenzó a notarse un poco más torpe de lo normal.

“Yo acostumbro ser medio torpe, me golpeó y choco con las cosas, pero cuando estaba ordenando las cosas noté que me estaba golpeando más de lo habitual. Cosa que hacía me pegaba con algo y pensé, ‘bah, qué raro"”, explicó a Las Últimas Noticias.

Mientras estaba en eso, su hijo Bastián y su hermano Jorge llegaron a buscarlo a su departamento, pues todos viajarían a la Octava región, un show que esperaba con ansías dado al escaso trabajo que ha tenido tras el estallido social.

“Cuando Bastián llegó al departamento me miró y me dijo, ‘papá, ¿qué onda? estás hablando raro’. Yo le dije, ‘¿cómo raro?, estoy hablando bien’. Ahí me dice ‘estás hablando como si estuvieras borracho’. De repente me agaché a buscar algo y no me acuerdo pero me dicen que me quedé agachado”, relató.

De inmediato, Bastián y Jorge trasladaron al cantante a la clínica, quien no quería ir pues estaba preocupado por el show que tenía que realizar. “Peleé un rato, porque juraba que estaba hablando perfecto y estaba dando jugo mal”, aseguró.

Según Herrera no recuerda el camino desde su departamento a la clínica. “Estaba semiconsciente, pero hay episodios que no me acuerdo. Uno se puede morir y no se entera, es súper apacible, como que estaba en otra”, añadió.

“Tuve un accidente isquémico transitorio. Ahora me siento como si hubiera corrido los 40K, muy cansado, agotado
y en general yo tengo harta energía. Estoy en la casa y me estoy haciendo exámenes”, aseveró.

El músico que aseguró ser una persona sana, también reconoció que no teme a la muerte, sino que a convertirse en una carga para su familia. “Eso es heavy, no quiero arruinarle la vida a nadie ahí teniendo que cuidar al tatita”, afirmó.

Según la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU., “un accidente isquémico transitorio (AIT) es cuando se detiene el flujo de sangre a una parte del cerebro por un breve período de tiempo”.

En este caso, los pacientes tienen “síntomas similares a un accidente cerebrovascular hasta por 24 horas”, aunque en la mayoría de los casos, los síntomas duran entre 1 y 2 horas.

Estos, además, se consideran “un signo de advertencia de que se puede presentar un accidente cerebrovascular verdadero en el futuro si no se hace algo para prevenirlo”.

Entre los principales factores de riesgos se encuentran la presión arterial alta, diabetes, antecedentes familiares de accidente cerebrovascular, colesterol alto, tabaquismo y consumo de alcohol, entre otros.