El silencio de los Inocentes es una de las películas que dejaron huella en la historia del cine, en gran parte por la interpretación de Anthony Hopkinscomo Hannibal Lecter.

Pero mientras casi todos conocen la historia del psiquiatra asesino caníbal, pocos saben la verdad tras el personaje y menos que fue inspirado en una persona real.

Durante años Thomas Harris, autor del libro que dio vida a la película, habló de un hombre al que llamaba Dr. Salazar, sin embargo, recién en 2013 se supo la identidad de esta persona.

Según consigna el diario electrónico The Huffington Post, el hombre tras Lecter era Alfredo Balli Treviño, un médico mexicano condenado a 20 años por el homicidio de su pareja Jesús Castillo Rangel. Esta historia marcaría a fuego al entonces joven periodista.

The Silence of the Lambs (1991)
The Silence of the Lambs (1991)

Conociendo a Hannibal

Tal como él mismo relató, Harris conoció a Balli Treviño por casualidad en la década del 60, en una visita a la cárcel de Nuevo León en Monterrey (México). Su intención era entrevistar a Dykes Askew Simmons, un asesino americano condenado a muerte por tres homicidios, sin embargo, fue otro hombre el que se robó su atención.

Cuando el escritor se enteró que Simnons había sido herido de bala al intentar escapar un año antes, quiso conversar con el hombre que le había salvado la vida. Así conoció a Balli Treviño.

Ambos hablaron durante varios minutos, hasta que Balli comenzó a referirse en detalle a los asesinatos de Askew, dandole incluso el perfil psicológico del hombre, lo que llamó la atención del escritor.

“El Dr. Salazar era hombre pequeño, ágil y con cabello rojo oscuro. Se quedó muy quieto y había una cierta elegancia en él… (Después de hablar con él por un rato) el director de la prisión me sacó de ahí. Le di las gracias y le pregunté cuánto tiempo había trabajado el Dr. Salazar ahí. ‘¡Hombre! ¿No sabes quién es él?’… El director se volvió a mí en las escaleras, ‘El doctor es un asesino. Como cirujano pudo empaquetar a su víctima en una caja sorprendentemente pequeña. Nunca saldrá de este lugar. Está demente’”, señaló el escritor en una entrevista con el diario Latin Times, donde también aseguró que quedó sumamente intrigado con su “peculiar entendimiento de la mente criminal”.

The Silence of the Lambs
The Silence of the Lambs

El asesinato

Tal como mencionamos antes, Balli había sido condenado a muerte, sin embargo, la defensa consiguió cambiar la sentencia a 20 años. Todo esto para castigarlo por la muerte de su amante Jesús, a quien asesinó por un ajuste pasional y problemas de dinero.

El portal Latin Times afirma que Balli llegó a la casa de Castillo Rangel para recoger un dinero que había pedido prestado, pues pasaba por un mal momento económico. La suma que recibió era menor a lo solicitado y cuando Jesús se rehusó a darle más, el médico decidió acabar con su vida.

Tomó un bisturí y cortó la yugular del hombre, posteriormente lo trasladó al baño para terminar el trabajo y descuartizarlo. Cuando ya tenía el cuerpo cortado en pedazos, llamó al chófer de Jesús, Francisco Carrera Villareal, quien aceptó ayudarlo.

Juntos fueron a la casa de la tía del victimario, Guadalupe Villareal, para pedir una pala y terminar de enterrar el cadáver en un sector cercano.

Pocas horas después Guadalupe decidió salir de la casa pues tenía un mal presentimiento. Caminó pocos metros cuando encontró los pedazos del cuerpo de la víctima.

.okeyqueretaro.m
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Rápidamente llamó a la policía quienes detuvieron a los hombres en cosa de horas.

Lo que no se supo hasta avanzado el juicio, era que Alfredo Ballí Treviño, Jesús Castillo Rangel y Francisco Carrera Villareal tenían una relación amorosa y sexual.

Los años pasaron y Ballí cumplió su condena en la cárcel donde se ganó el respeto de su pares, pese a su apariencia física no tan intimidante. A mediado de los 80 fue liberado y comenzó a trabajar en su propia consulta.

En 2008 concedió su última entrevista para el portal Milenio, donde aseguró que no le gusta recordar el pasado. “Podemos hablar de cualquier cosa que quieras, excepto de eso, no quiero volver a vivir mi pasado oscuro, no quiero despertar a mis fantasmas, es muy difícil. La verdad es que esta angustia que tengo es insoportable, no puedo vivir con ella “, dijo .

Alfredo Balli
Alfredo Balli

Ballí Treviño quedó en silla de ruedas después de sufrir una lesión en su columna vertebral, pero eso no le impidió seguir trabajando. “Creo que salí de la cárcel en 1981, pero honestamente no recuerdo. Al principio fue difícil, pero con el tiempo las cosas mejoraron. Sin embargo, algunos días la depresión regresaba”, confesó.

“Pagué lo que tenía que pagar, ahora estoy esperando el castigo divino”, añadió el médico.

Alfredo Ballí Treviño murió a principios de 2009.