El sexo ha sido un ingrediente importante en el éxito de muchas películas, algunas quedando en la memoria colectiva debido a las escenas en que los personajes tenían relaciones, tal es el caso de El Último Tango en París, La Insoportable Levedad del Ser, Titanic, Secreto en la Montaña y Bajos Instintos.

Generalmente los directores utilizan diversos trucos para grabar estas escenas, como mostrar sólo de la cintura hacia arriba, interponiendo imágenes de las piernas, usar dobles, parches o vaginas postizas, además de otras ayudas, como rociar con agua para simular el sudor, diseñar coreografías o exagerar el audio ambiente.

Aunque hay directores que han buscado dar mayor realidad a sus películas, por lo que han logrado convencer a los actores de grabar las escenas de sexo, sin coreografías y sin parches o protecciones.

Calígula

Una de las películas más controversiales de la historia es Calígula del director italiano, Tinto Brass, reconocido como uno de los cineastas que más ha experimentado en el erotismo dentro del séptimo arte, desarrollando en 1978 una de las versiones más hipersexualizadas sobre el antiguo emperador romano.

Protagonizada por dos estrellas de Hollywood: Peter O’Toole, Helen Mirren y Malcolm McDowell, el filme ha llegado ser catalogado como la película pornográfica más costosa de la historia, debido a la gran cantidad de escenas de sexo explícito y a que su principal productor era Bob Guccione, dueño de la revista Penthouse, principal competidora de Playboy.

La película contiene desnudos integrales, sexo explícito homosexual y heterosexual, por lo que fue censurada en países como Reino Unido y en Argentina, incluso en la primera nación sólo se permitió su comercialización en 2007, siendo calificada como un filme para adultos.

Cabe destacar que ninguna de las estrellas grabó escenas de sexo muy duras.

“Había que ser realmente estúpido para no entender lo que estaban haciendo en Calígula, porque sabíamos que iban a hacer algo. Con Bob Gucionne era ciertamente predecible. Tener inserciones de porno duro no me hizo enojar, me hizo reír. Fue tan estúpido (…) Lo estaba mirando desde un ángulo completamente diferente, mientras que todos los demás decían ‘¡mira a estos actores conocidos en una película con lesbianas besándose!’, yo me reía”, dijo McDowell sobre el filme en entrevista con HollywoodChicago.com.

A la caza

Este thriller de William Friedkin (Contacto en Francia, El Exorcista) de 1980 y protagonizado por Al Pacino, también levantó polémica, pero antes de su estreno, debido a que exponía una controvertida imagen del mundo homosexual, en plena era de la liberación sexual.

En la película, Pacino es un policía que intenta encontrar un asesino en serie dentro de un submundo homosexual en Nueva York, por lo que gran parte del largometraje recorre locales underground donde hombres solían reunirse a tener relaciones.

Para esas escenas, Friedklink contrató a homosexuales que encontró en locales gays, no eran actores o dobles, por lo que cuando Pacino aparecía caminando en los locales nocturnos, los interpretes se tocaban y mantenían relaciones sexuales reales, al punto que seguían “actuando” cuando el director terminaba de grabar.

“No hay miembros del gremio de extras en la pantalla. A estos muchachos se les pagaba como extras, pero solo estaban allí, haciendo lo suyo (…) Al estaba muy incómodo en esas escenas, pero quería hacer la película desesperadamente, aunque no creo que tuviera idea de cómo iba a hacerlo”, dijo Friedkin a Venice Magazine en 2007.

Los productores cortaron casi 40 minutos de metraje para que la película no fuese calificada como R, la mayoría incluía escenas sexuales explícitas.

Love

Un director reconocido por grabar escenas de sexo explícito o muy violentas es el argentino, radicado en Francia, Gaspar Noé, que en 2015 sorprendió con Love en el Festival de Cannes, donde narra un trío amoroso entre un estadounidense que vive en París, su actual pareja y su exnovia.

La película grabada en 3D muestra una gran cantidad de escenas de sexo explícito, desnudos completos, genitales erectos y una eyaculación directo a la cámara.

“Klara Kristin (actriz protagonista) inicialmente no quería hacerlo, pero eso fue porque no era actriz y no estaba segura. Por supuesto, es más fácil para un hombre mostrar su pene en la pantalla que para una mujer aparecer desnuda, no porque haya una diferencia, sino porque estamos en un mundo dominado por hombres y los hombres son más irrespetuosos con las mujeres que las mujeres con los hombres, por lo tanto, mostrar el pene, erecto o no, es mucho más fácil”, dijo Noé al Hollywood Reporter.

“Ni siquiera habíamos ensayado antes: los actores nunca se habían besado antes de empezar. No quería filmar las escenas de desnudos una y otra vez, así que para todas las escenas de desnudos, teníamos dos posiciones de cámara para cada escena, así que teníamos opciones de edición. Pero no hay nada de lo que filmamos que no pareciera natural cuando lo estábamos haciendo. No les di instrucciones”, agregó.

Noé también ha filmado otras películas con escenas de sexo explícito como Enter the Void o Climax.

9 Songs

Una película con alto contenido sexual es la dirigida por el británico Michael Winterbottom, 9 Songs de 2004, que cuenta la historia cómo fue la relación de Matt (Kieran O’Brien) y Lisa (Margo Stilley), narrada por él desde la Antártida, mezclando escenas de sexo con conciertos de música.

En una entrevista con el periódico británico The Guardian, el actor descartó que las personas pudiesen sentirse ofendidas o impresionadas por algunas escenas, como la escena donde aparece su pene erecto en primer plano o el realismo de las relaciones sexuales que mantiene con la protagonista.

“Es el cliché antiguo: si no quieres ofenderte, no lo veas. Pero realmente no puedo creer que las personas se ofendan”, afirmó O’Brien, sobre las imágenes más explícitas. “No es violento ni sofocante, nadie es decapitado”, recalcó sobre la escenas sexuales.

Nymphomaniac

Un director que se ha caracterizado por filmar películas con escenas de sexo no simulado es el danés Lars Von Trier, entre sus filmografía tiene Idiots (1999), Antichrist (2009) y Nymphomaniac, aunque utilizando diferentes técnicas.

En la película Nymphomaniac, la protagonista Charlotte Gainsbourg reveló que usaron dobles, pero no cualquiera, sino actores pornográficos, por lo que los espectadores ven una penetración real en algunas escenas, mientras que en otras usó una prótesis vaginal.

“Lo que sucede es que tenemos que acordar una posición debido al CGI. Todo tiene que estar preparado, así que haríamos la escena con Shia o quien fuera, y tendríamos pequeños puntos negros en nuestros cuerpos(…) Era muy poco erótico, muy técnico y se vuelve bastante aburrido porque luego tienen que hacer exactamente lo mismo con los dobles porno. Pero están teniendo sexo real, y los unieron”, afirmó Stacy Martin, actriz de Nymphomaniac a MTV.