La rubia más despampanante de Hollywood usó su influencia para ayudar a su entrañable amiga Ella Fitzgerald y que su apariencia no fuese impedimento para que su carrera despegara.

Marilyn Monroe fue la mayor estrella de Hollywood en los años 50, cuando su carrera como actriz explotó y conquistó a todo el mundo, convirtiéndose en el ícono femenino del siglo XX.

La despampanante rubia convertía en oro cada proyecto en el que trabajó, como sus películas “Los caballeros las prefieren rubias” o “La tentación vive arriba”, con las que logró un gran reconocimiento.

Y aunque muchos dudaran de su inteligencia, debido a su belleza, Marilyn sabía como hacer las cosas cuando quería conseguir algo.

Eso lo demostró cuando no dudó en usar su influencia en favor de su amiga Ella Fitzgerald, una de las cantantes más influyentes del jazz cuya poderosa voz no era suficiente para performar donde ella quisiera.

Marilyn Monroe y su amiga, Ella

“Es mi persona favorita y la amo como persona y como cantante, creo que es la mejor y esa es Ella Fitzgerald” declaró alguna vez Marilyn Monroe respecto de su amiga Ella, consignó Yahoo!.

Monroe conoció a Ella Fitzgerald a través de su música, un entrenador de voz le había recomendado escuchar a la cantante para mejorar su propio canto. Así se enamoró del sonido de Fitzgerald.

Por lo mismo, Marilyn no dudó en asistir al espectáculo de la cantante en un pequeño local de Los Angeles, en 1954. Ahí fue cuando por primera vez escuchó en vivo a Ella y se volvieron amigas de inmediato.

Ambas tenían historias parecidas, infancias traumáticas con la pérdida de sus padres y turbulentos episodios que vivieron para salir de la vulnerabilidad, algo que probablemente las unió.

Ella alcanzó la fama cuando tenía 21 años y vendió 1 millón de copias de A-Tisket, A-Tasket, lo que la mantuvo en las primeras posiciones de los rankings de la época por 17 semanas, indicó Infobae.

La comunidad afroamericana de Estados Unidos estaba a sus pies y Ella se presentaba para ellos sin inconvenientes, sin embargo, cuando se trataba de lugares con “blancos” estadounidenses, la situación era muy diferente.

Ella Fitzgerald en el escenario
Ella Fitzgerald | William P. Gottlieb

Claro que todo cambió cuando Marilyn llegó a su vida y las cosas fueron muy diferentes gracias a “Norma Jeane”, la relación de ambas se afianzó y la rubia usó su influencia para ayudar a la que es considerada la madre del jazz.

Club Mocambo

En los años 50 el club más prestigioso de Los Angeles era el “Mocambo”, un local que se encontraba en el Sunset Strip de West Hollywood, donde se presentaban grandes de la época como Frank Sinatra.

Ella Fitzgerald era considerada la mejor exponente del jazz en ese momento, sin embargo, eso no bastó para los dueños del “Mocambo”, que no permitieron que la cantante se presentara en su club. La leyenda cuenta que fue por motivos raciales.

Según indicó Metro, la verdad es que el propietario de “Mocambo” pensaba que Ella no era lo suficientemente glamorosa para su club, ya que tenía sobrepeso y no era lo suficientemente atractiva para estar en el mismo escenario en el que ya se habían presentado personas de raza negra como Eartha Kitt y Herb Jeffries.

Sin embargo, esto no fue impedimento para que Marilyn usara su privilegio como estrella blanca y llamara directamente a los dueños de Mocambo con el objetivo de intervenir por su amiga.

Amy Green, amiga de Monroe, contó la situación en el documental de CNN “Reframe: Marilyn Monroe”. Señaló que la actriz se molestó al saber que el Mocambo cerraba la puerta de ella y llamó al gerente del lugar.

Le dijo: “Hola, habla Marilyn Monroe y si vuelves a contratar a Ella Fitzgerald vendré todas las noches para escucharla cantar. ¡Ambos espectáculos!”.

El gerente del “Mocambo” aceptó el trato de Marilyn y reservó el espacio para Ella, así como una mesa para Marilyn al frente del escenario, la rubia asistió a cada presentación.

Marilyn Monroe asiste a un club
Marilyn Monroe | Dell Publications, Inc.

Marilyn Monroe cambió la carrera de Ella Fitzgerald

Que Marilyn estuviera todas las noches en la mesa principal del “Mocambo” le significó al club una prensa que jamás imaginó que tendría. Asimismo, muchas estrellas se dieron cita en el lugar.

Para Ella Fitzgerald, desde el momento en que se presentó en el “Mocambo” su vida cambió para siempre.”Tengo una deuda real con Marilyn Monroe”, dijo en una ocasión.

“Después de eso, nunca más tuve que tocar en un pequeño club de jazz. Era una mujer inusual, un poco adelantada a su tiempo. Y ella no lo sabía”, señaló la cantante sobre su amiga.

La carrera de Ella solo fue en alza. “De 1956 a 1964 grabó covers de Cole Porter, Duke Ellington, Gershwins, Johnny Mercer, Irving Berlin y Rodgers and Hart”, indicó Infobae.

Además, la afroamericana ganó 13 grammys y le entregaron la Medalla Nacional de las Artes y la Medalla Presidencial de la Libertad de Estados Unidos, el mayor reconocimiento que entrega ese país a la población civil.

Tras lograr una gran carrera en la música, Ella falleció en 1976, a los 79 años, mientras estaba en el jardín de su mansión en Beverly Hills.