En 2011 el mundo conoció por primera vez a Friday, un tema pop que celebraba el último día hábil de la semana y cuyo ritmo contagió a muchos.

Su intérprete era Rebecca Black, una adolescente de 14 años oriunda de California, que vio cómo su popularidad subía como la espuma.

De hecho, en Youtube el video pasó de 3 mil reproducciones a 18 millones en una sola semana. Actualmente cuenta con más de 155 millones.

“Mi relación con ‘Friday’ ha recorrido un largo camino en los últimos 10 años, lo cual tiene sentido mirando hacia atrás”, dijo Black al portal USA Today.

“La forma en que me siento acerca de esa canción realmente ha cambiado”, continuó.

Un proceso transformador

Y es que el tema se prestó para crueles bromas y bullying, que desataron en ella problema de autoestima, depresión y ansiedad.

“He trabajado mucho para curarme de las partes más dolorosas de lo que fue esa experiencia para mí. Recibo tantos comentarios, y es tan sorprendente para mí cuánta gente siente un amor tan genuino y nostálgico por ella”, confesó.

Los años la han hecho cambiar no sólo como persona, sino como intérprete. “Realmente he trabajado mucho para encontrar mi voz como artista y encontrar lo que tengo que decir ahora que tengo 23 y no 13”, reconoció.

De partida, cambió su look dramáticamente, dejando completamente atrás a la dulce adolescente, para optar por otros más audaces.

Alzó la bandera LGTBQ+

En abril de 2020 Rebecca declaró ser queer y desde entonces ha tomado la bandera de lucha del movimiento LGTBQ+. “Para mí, la palabra queer se siente muy bien”, comentó en ese momento en el podcast Dating Straight.

“He salido con muchos tipos diferentes de personas y no sé realmente qué me depara el futuro. Algunos días, me siento un poco más del lado gay que otros”, reconoció.

Su declaración también influenció su composición, de acuerdo a Variety. Por ejemplo, su canción “Girlfriend“, parte de su disco “Rebecca Black Was Here” -lanzado en 2020-, habla precisamente sobre su sexualidad.

“El hecho de que la forma en que lo escribimos fuera tan descaradamente queer era importante para mí, y sabía que también sería importante para muchas personas de mi audiencia, porque muchas de ellas son personas queer increíbles”, confesó a la revista.

“Naturalmente, tiendo a inclinarme más oscuro en lo que escribo, pero por alguna razón cuando comencé a escribir desde una perspectiva queer, finalmente sentí tanta libertad al poder hablar sobre las alegrías de la vida y eso fue realmente refrescante para mí”, afirmó.