Impacto en el mundo entero causaron los dichos de Meghan Markle en su entrevista con Oprah, donde aseguró que algunos miembros de la realeza manifestaron preocupación sobre el tono de la piel que tendría su hijo con el príncipe Harry.

A pocas horas de la emisión de la conversación, Harry aclaró en un mensaje a la animadora que ni la reina Isabel II ni el príncipe Felipe habían sido los responsables del comentario.

“Quería asegurarse de que yo supiera, y si tenía la oportunidad de compartirlo, que no era su abuela ni su abuelo quienes formaban parte de esas conversaciones”, explicó Winfrey la mañana de este lunes en el matinal This Morning.

“No me dijo quiénes eran parte de esas conversaciones, como pueden ver, traté de obtener esa respuesta, dentro y fuera de la cámara”, añadió.

En la entrevista, Meghan afirmó que cuando estaba embarazada de su primer hijo, Archie, funcionarios del palacio le informaron que su bebé no tendría un título y por lo tanto no tendría protección. Además dijo que Harry había recibido comentarios sobre qué tono de piel tendría el niño, esto porque la actriz es mitad afroamericana.

“En esos meses en que estaba embarazada (…) tuvimos una serie de conversaciones sobre que ‘no se le daría seguridad, no se le daría un título’ y también preocupaciones y conversaciones sobre qué tan oscura sería su piel cuando naciera”, dijo Meghan a la entrevistadora.

Harry más tarde explicó que dicha conversación se dio al principio de su relación, pero no quiso entregar detalles de dicho intercambio ni menos revelar quién era el responsable.