La actriz estadounidense Jennette McCurdy habló recientemente de su carrera en la industria cinematográfica adolescente y afirmó que está “avergonzada” de los papeles que interpretó en el pasado. Entre las actuaciones de la mujer de 28 años se encuentra la recordada serie iCarly de Nickelodeon.

En conversación con Anna Faris en el podcast Empty Inside, Mccurdy recordó que fue su madre quien la inscribió en su carrera como actriz muy pequeña. De hecho, a los 11 años ya estaba interpretando personajes en producciones infantiles y se convirtió en el sustento económico de su familia.

Para ella, según reconoció, “siempre” fue difícil llegar a la fama por la ansiedad que le generaba pasar por castings recurrentes.

Su trayectoria previa al personaje de Sam Puckett, mejor amiga de Carly Shay en iCarly, incluye apariciones en series como La Ley y el Orden, CSI y Malcolm in the Middle.

“Estoy tan avergonzada de lo que hice en el pasado, y entiendo que esta respuesta es muy desagradable” dijo, y reconoció que siente molestia por su “carrera de muchas maneras”.

“Me siento tan insatisfecha con los roles que interpreté y sentí que era lo más cursi y vergonzoso. Hice los programas en los que estaba desde los 13 hasta los 21, y a los 15 ya estaba avergonzada”, agregó.

Según Deadline, se está preparando una nueva etapa de iCarly que sería estrenada en la plataforma de streaming Paramonunt+.

McCurdy terminó por confirmar que, en ese sentido, prefiere la dirección o ser guionista, deslizando que no estará en la próxima entrega. Quienes sí están confirmados según el medio son las estrellas Miranda Cosgrove (Carly Shay), Jerry Trainor (Spencer Shay) y Nathan Kress (Freddie Benson).

En una conversación previa con The Huffington Post, la actriz habló sobre sus problemas alimenticios y su obsesión por la comida, que empezó en la preadolescencia cuando su madre, fallecida a raíz de un cáncer en 2013 y que sufrió anorexia, le ayudaba a contar las calorías de los alimentos que ingería.

“En mi niñez, la única cena que la vi comer era un plato de brócoli al vapor y coliflor con una pizca de sal de ajo para darle sabor (…) Mamá había sido hospitalizada por anorexia en varias ocasiones cuando era una adolescente y no estoy convencida de que alguna vez haya superado su trastorno alimentario”, recordó.

Además, reconoció que su obsesión por mantenerse delgada gracias a las exigencias del medio que la contrataban por su aspecto infantil, fue fortaleciéndose con las indicaciones de su mamá.

“Siempre recuerdo sentir que mi madre realmente luchaba con mi cuerpo, peso y dieta. Regularmente comparaba mi talla con la de otras chicas. Ella me repartía las comidas. Ella me ayudaría a contar calorías”, detalló.