Un inicio diferente tuvo la ceremonia de entrega de los premios Grammy, realizada este domingo. La noche comenzó con un espectáculo de la cantante Lizzo, quien dedicó su show a Kobe Bryant, la leyenda del básquetbol que falleció este domingo.

Sin embargo, fueron las palabras de la anfitriona del evento, Alicia Keys, las que emocionaron a los presentes.

“Nunca en un millón de años pensamos que tendríamos que empezar así”, inició. “Para ser honestos con ustedes, todos nos sentimos demasiados tristes ahora, porque hoy temprano, Los Angeles, América y el mundo entero perdió a un héroe”, dijo en alusión a Bryant.

“Estamos literalmente con el corazón roto parados aquí, en la casa que Kobe Bryant construyó”, añadió la cantante.

“En este momento Kobe y su hija Gianna, y todos aquellos a quienes perdimos trágicamente hoy, están en nuestros corazones”, dijo.

“Sé que Kobe amaba la música, y esta celebración es en su honor. Hubiera querido que mantuviéramos las vibras arriba”, aseveró.

Para finalizar el tributo, la artista junto a Boyz II Men interpretaron acapella It’s So Hard to Say Goodbye to Yesterday, sacando más de una lágrima de los presentes.