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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Gremios tecnológicos como ACTI alertan sobre riesgos de una "mala ley de IA" en Chile y piden al Senado ampliar discusión. Advierten que la normativa en desarrollo puede impactar toda la economía y solicitan un debate más profundo. Se cuestionan las urgencias legislativas y se señala la sobrecarga normativa actual por leyes como Delitos Informáticos y Ciberseguridad.

La Asociación Chilena de Empresas de Tecnología de Información (ACTI) y las asociaciones de tecnología y telecomunicaciones entregaron advertencias en torno a la futura ley que regulará y promoverá el desarrollo, implementación y uso de la inteligencia artificial (IA) en el país; instando a que el Senado amplíe la discusión.

Mediante un comunicado, las organizaciones partieron señalando que el seminario “IA para Chile”, anunciado por el Ministerio de Ciencias en coordinación con la Comisión de Desafíos del Futuro de la cámara alta, no puede ser presentado como una instancia de participación formal, especialmente para una regulación transversal que afectará a toda la economía.

Además, en la última reunión de la Mesa de Conversación con la industria, los gremios cuestionaron las urgencias legislativas y llamaron a debatir en profundidad los impactos de la futura normativa, recordando que la Unión Europea está revisando y flexibilizando su AI Act por efectos negativos en la innovación, mientras Estados Unidos avanza hacia marcos más adaptativos.

Asimismo, alertaron que el ecosistema digital chileno ya enfrenta una sobrecarga normativa derivada de la Ley de Delitos Informáticos, la Ley Marco de Ciberseguridad y la nueva Ley de Protección de Datos, lo que ha llevado a que las empresas destinen hasta 19% de su presupuesto tecnológico al cumplimiento regulatorio, según estudios recientes.

Gremios tecnológicos piden medidas al Senado

En esa línea, la ACTI solicitó al Senado tres medidas clave:

-Abrir una discusión más profunda y sin plazos restrictivos.
-Crear espacios de diálogo técnico con todos los actores del ecosistema digital.
-Evaluar marcos regulatorios alternativos que protejan derechos fundamentales sin frenar la innovación ni la competitividad del país.

“Chile necesita una regulación moderna, equilibrada y basada en evidencia. No una ley apurada que arriesgue nuestro desarrollo digital”, concluyó la asociación.