“Edyce es una empresa viable, técnicamente competente, pero que ha enfrentado las consecuencias de un ciclo económico negativo para el país”, según afirmaron los sindicatos 1 y 2 de la empresa con base productiva en Talcahuano.
Y es que la firma con 75 años de trayectoria, reconocida por su liderazgo en la fabricación de estructuras en acero, pidió su reorganización judicial en las últimas semanas ante pasivos superiores a los $33 mil millones.
Entre los argumentos que deslizó la empresa está la crisis que ha atravesado el sector construcción, la falta de inversión en el sector privado -como la minería- y el encarecimiento operacional. Dentro de sus principales acreedores figuran la Tesorería General de la República y el Banco Santander.
Trabajadores de Edyce piden que la empresa siga a flote
En este contexto, es que ambas organizaciones sindicales que representan a más de 250 trabajadores en conjunto, emitieron una declaración pública pidiendo a los acreedores de Edyce que aprueben la reorganización, ya que la firma “puede y debe seguir existiendo y llenando de orgullo a la historia industrial de Talcahuano, el Bío Bío y el país”.
Al respecto, señalaron que las personas que están en la empresa son altamente especializados y que la empresa tiene “una capacidad para enfrentar desafíos de ingeniería y montajes”, resaltando que la administración está intentando sacar adelante la planta.
“Por ello, esperamos que las autoridades de la región y el país colaboren en el proteger nuestro trabajo y el futuro de nuestras familias”, pidieron.
Los trabajadores también recalcaron que la firma enfrenta un escenario con “pocos proyectos de la gran minería y una baja general de obras públicas y privadas”. En esa línea, cuestionaron la llamada “permisología” y su impacto en los tiempos de aprobación de grandes inversiones.
Así, cuestionan que tales efectos “tarde o temprano la pagamos los trabajadores”.
Además, el conjunto del Sindicato 1 y 2 de Edyce afirmó que “nos queda una sensación amarga con las autoridades gubernamentales y regionales, creemos que la gestión ha sido muy ralentizada”.
Recordaron, en este sentido, que el 25 de septiembre entregaron una carga a los ministros García y Boccardo, mientras que en Erede 2025 -21 de octubre- se dio otra misiva al biministro García, donde ninguna de las dos han sido respondidas.
Todo esto, sumado a la competencia desleal “que hoy por hoy prácticamente no tiene límite en nuestro sector”, llevó a que los trabajadores señalaran que “la industria nacional y sus trabajadores llegan a un punto en el cual no tienen ningún soporte ni protección. Sin industria no hay empleos, por eso es urgente abrir ya el debate y generar políticas de resguardo para la industria nacional”.